Hoy, 25 de marzo, la Iglesia ha celebrado la Solemnidad de la Encarnación del Hijo de Dios. En una fecha tan señalada el Obispo de Osma-Soria, Mons. Gerardo Melgar Viciosa, deseaba que la Diócesis tuviera un especial recuerdo y bendición por las madres en gestación y sus familias.
Por eso, la Delegación diocesana de Familia y Vida programó una Eucaristía en la cual que han sido bendecidas las mujeres embarazadas -mientras se pedía la protección de la Virgen de la Esperanza durante el embarazo y el parto- y las familias que imploran la gracia de un hijo o están en proceso de adopción.
La Eucaristía ha sido presidida por el Obispo de la Diócesis en la Iglesia de San Juan de Rabanera, en la ciudad de Soria, a las 7 de la tarde. Junto a él han concelebrado los párrocos «in solidum» de la parroquia de Nuestra Señora del Espino, Tomás Oliva Crespo y Jesús F. Hernández Peña, este último Vicario episcopal de pastoral, así como el Vicario episcopal de patrimonio, Juan Carlos Atienza Ballano, y el consiliario de la Delegación diocesana de familia y vida, Francisco Javier Ramírez de Nicolás, junto con otros dos sacerdotes.
Un total de quince embarazadas han sido bendecidas por el Sr. Obispo de la Diócesis en una entrañable celebración en la que Mons. Melgar Viciosa ha animado a todos los presentes a «defender sin complejos la vida y luchar con todas las fuerzas contra las leyes que promueven el terrible crimen del aborto».
De esta manera la bendición de embarazadas, en palabras de los Delegados diocesanos de familia y vida que han animado litúrgicamente la celebración, José Rubio y Belén Sevillano, ha sido«un signo de que nuestra Iglesia diocesana quiere mostrarse a favor de la vida, especialmente la del no nacido y de la madre embarazada. Estamos en tiempos muy difíciles donde la cultura de la muerte irrumpe con sus leyes. Como cristianos y como seres humanos defendamos la vida sin distinciones, sin condenas, con valentía y amor. Cualquier madre embarazada que se encuentre en dificultades puede acercarse a nuestras parroquias y seguro que encontrará una respuesta favorable para ella y su bebé, una respuesta que viene del amor de Dios».
