50 años del movimiento de cursillos de cristiandad en la Diócesis de Osma-Soria

Ha sido una semana «de Colores» como diríamos en el argot de Cursillos. No podía ser de otra forma para poder agradecer a Dios que es bueno, todo el bien que ha regalado a esta pequeña porción del pueblo de Dios que peregrina en esta tierra oxomense-soriana.

La cosa empezó el lunes 19 para finalizar el sábado 24 de abril de 2010 con la traca final, es decir, con la Ultreya, palabrita rara donde las haya, nace del camino a Santiago de Compostela, la recogió Cursillos de Cristiandad como espacio de compartir la fe con los hermanos.

Fueron menús de diferentes gustos que deleitaron paladares exigentes como: Eucaristía, Hora Apostólica, Vísperas, Vigilia de Oración, Exposición del Santísimo… estos se paladearon en los dos conventos de nuestra ciudad más en la capilla de la Casa Diocesana, fue la preparación para los dos actos académicos que marcaron un distintivo dando vigor y pujanza a cuanto el Movimiento de Cursillos realiza en la Diócesis.

El primer acto académico fue el jueves 22 en el Centro Cultural Gaya Nuño, lo impartió D. Juan José Rodríguez, Ex presidente del Foro de Laicos, con el tema: «50 años anunciando a Cristo«. Nos hizo ver la realidad para evangelizar con el vigor del Cursillo. Hubo algún momento en que el ponente habló con verdadera unción, se notaba que es un hombre cristiano que vive lo que dice.

El acto importante se celebró durante la Ultreya en el Cine Roma, de la Casa Diocesana, la presidió nuestro Sr. Obispo, D. Gerardo y la Pta. Nacional del Movimiento de Cursillos de Cristiandad, Dª Mª Dolores Negrillo, con la ponencia: «Sigo contando contigo«. Qué os voy a decir, fue magnífica su intervención, nos animó a tener paciencia y saber esperar, se dejó caer una frase que me llamó la atención, a la que le estoy dando muchas vueltas en mi mente y corazón: Hay que pagar un precio en la evangelización. ¿Qué precio debo pagar para el hoy que vivo, en ser testigo del Resucitado? Seguido se dieron los testimonios de peregrino, de aquel/aquella que viviendo un día el Cursillo se encontró con el Cristo de la fe y desde aquel instante su vida tomó otro sendero, todos ellos eran profundos, marcados por la prueba y aceptados desde la fe, ¡¡amigos que grande es tener el don de la fe!!

La Eucaristía presidida por nuestro Sr. Obispo nos animó a mirar adelante a poder celebrar las bodas de platino. Gracias D. Gerardo, esperamos realizarlas.

Comimos bien y muchos, fuimos 125 comensales que con el amigo Sotillos  cantamos los famosos okairis,  que alegraron la sobremesa.

Acabamos en la capilla sobre las 17 h. a cantarle a la Virgen María el Magníficat, porque ella es la madre de los «de Colores» y de bien nacidos es ser agradecidos.

No me queda más que decir GRACIAS Señor, porque nos sigues bendiciendo a esta  Iglesia que peregrina alegre y esperanzada en ofrecer a hombres y mujeres de nuestra tierra, aquello que nos caracteriza: el primer anuncio, la persona de JESUCRISTO.

Comparte esta noticia
Facebook
X.com
LinkedIn
WhatsApp
Email