A las siete y media de la tarde del lunes 12 de abril comenzaba la oración de Vísperas con la que se iniciaba la I Semana diocesana de la Familia y la Vida.
Una Semana que echaba a andar con un claro espíritu, según Francisco Javier Ramírez de Nicolás, consiliario de la Delegación diocesana de Familia y Vida: queríamos «orar con la Liturgia de la Iglesia que continúa en el tiempo la oración de Cristo. Celebramos las Vísperas, cuando ya declina el día, en acción de gracias por cuanto Dios nos ha otorgado en este día y siempre, haciendo memoria de la Redención de Cristo, alzando nuestras manos como ofrenda de la tarde. Alzamos nuestro espíritu al Señor proclamando las maravillas de la familia cristiana fundada sobre el vínculo indisoluble del matrimonio y por el don de la vida, obra de su Amor Creador. Abramos nuestro corazón al Señor».
La Vigilia de oración fue presidida por el Obispo de Osma-Soria, Mons. Gerardo Melgar Viciosa, al que asistió el consiliario de la Delegación diocesana de Familia y Vida, y a quien acompañaba como acólito el Director del COF diocesano, el doctor José Luis Martín Marín, con una asamblea que llenó la iglesia del Monasterio de Santo Domingo de Soria. La Comunidad de Hermanas Pobres de Santa Clara animó la celebración con su canto hecho bellamente oración.
Mons. Melgar Viciosa, en su homilía, dirigió unas palabras tras la Lectura del Libro de Tobías en las que volvió a proclamar con valentía y claridad el Evangelio de la Familia y la Vida alertando «ante los peligros de una sociedad que legisla en contra de estos bienes sagrados».
Terminado el Rezo de las Vísperas, el Sr. Obispo bendijo a los presentes con el Santísimo, tras lo cual -con el cántico del Regina Coeli- culminaba la celebración.
Homilía del Sr. Obispo en la Vigilia de oración por la Familia y la Vida
