Un año más al llegar el 23 de abril nos volvimos a reunir un gran número de catequistas de nuestra diócesis para celebrar el «XVIIIº Encuentro diocesano de Catequistas». Fuimos aproximadamente 130 personas entre catequistas y sacerdotes. Nuestros lugares de origen eran muy variados: Soria, Ágreda, San Leonardo, Duruelo, Osma, El Burgo, Ólvega, etc. y, por supuesto, Almazán que era el pueblo que nos acogía. El tema elegido para esta jornada fue «Ciencia, razón y fe».
El encuentro comenzó a las once de la mañana con una oración inicial, cuyo objetivo era poner todo el día en manos de Dios. A continuación, tuvimos la primera ponencia a cargo de D. Eloy Bueno de la Fuente, Catedrático de la Facultad de Teología de Burgos. En su exposición el conferenciante nos señaló cinco concepciones del mundo que han destacado a lo largo de la historia y que siguen teniendo su importancia a día de hoy. Después de alguna pregunta y de un breve descanso, tuvo lugar la segunda de las ponencias. En ella D. Eloy expuso la respuesta que el cristianismo debe dar a las diferentes concepciones del mundo. Entre otras cosas señaló que la idea de creación no es incompatible con el concepto de evolución, como muchas veces se nos quiere hacer creer. Además destacó que la verdadera peculiaridad del ser humano como imagen de Dios es su capacidad de amar, algo que no se podría explicar si el hombre fuera sólo materia. Para finalizar la mañana tuvimos unos minutos de interesante diálogo con el ponente.
Posteriormente tuvimos la comida en un restaurante de la villa adnamantina. Allí tuvimos la oportunidad de seguir dialogando entre nosotros y, como ya es costumbre, de degustar algunos dulces típicos de la geografía soriana.
Después de una larga sobremesa nos dirigimos a la iglesia de «San Pedro» para terminar con el acto central del día: la celebración de la Eucaristía. Fue presidida por el Vicario general de la diócesis, D. Gabriel Ángel Rodríguez Millán. En su homilía D. Gabriel Ángel, además de agradecer la labor impagable que en nuestra diócesis realizar los catequistas, nos animó a seguir trabajando en esta tarea tan apasionante.
Una vez terminada la celebración nos despedimos y llenos de alegría por la jornada compartida regresamos a nuestros lugares de origen.
Mario Muñoz Barranco
Delegado diocesano de catequesis
