La Cruz de los jóvenes y el Icono de María: enorme gracia para la Diócesis

Más de trescientas personas recibieron en la localidad de San Leonardo de Yagüe la Cruz de los jóvenes y el Icono de la Virgen María en la celebración de recepción de los dos símbolos de las Jornadas Mundiales de la Juventud que fue presidida por el Obispo de Osma-Soria, Mons. Gerardo Melgar Viciosa. De esta manera, el 10 de octubre comenzaba la peregrinación de la Cruz de los jóvenes y el Icono de María por la Diócesis oxomense-soriana.

La Cruz y el Icono llegaron a la localidad pinariega a las ocho y media de la mañana procedentes de la Archidiócesis de Burgos, donde en la tarde del día anterior habían sido entregados al matrimonio formado por los Delegados de familia y vida de la Diócesis de Osma-Soria, José Rubio y Belén Sevillano, y al Vicario de pastoral, Jesús F. Hernández Peña, en un acto simbólico en la ciudad de Burgos.

La celebración de recepción en la Diócesis oxomense-soriana dio comienzo a las nueve de la mañana. Al inicio de la misma, un grupo de jóvenes portó hasta el presbiterio de la iglesia parroquial la Cruz para, posteriormente, ser adorada por los presentes. En el momento final de la sencilla celebración fue entronizado el Icono de María salus populi romani.

Desde San Leonardo de Yagüe la Cruz y el Icono partieron hacia Soria. Allí, ambos símbolos fueron recibidos, a las once de la mañana, en la Concatedral de San Pedro Apóstol por Mons. Melgar Viciosa, el Deán del Cabildo catedral, Carmelo Enciso Herrero, el párroco de La Mayor, Ángel Hernández Ayllón, y el párroco de San Pedro, David Gonzalo Millán, entre otros. El Monasterio de la HH. Clarisas de Soria (donde tuvo lugar una emotiva celebración) y las localidades de Ágreda y Almazán fueron los siguientes lugares que recorrieron la Cruz y el Icono en la jornada del 10 de octubre (en la villa a los pies del Moncayo, una abarrotada Basílica de la Virgen de los Milagros dio la bienvenida a los símbolos de las Jornadas Mundiales de la Juventud; más tarde, la Cruz fue adorada y velada durante toda la noche en el Monasterio de las MM. Concepcionistas)

En la mañana del 11 de octubre, tras la celebración de la Eucaristía en la villa agredeña, la Cruz y el Icono fueron trasladados a la capital soriana. Allí permanecieron durante toda la jornada para ser venerados por una multitud de fieles, decenas de ellos jóvenes. De esta manera, tras permanecer durante algunas horas en la iglesia del convento de los PP. Carmelitas -donde los religiosos de Santa Teresa organizaron momentos de oración y contemplación- los símbolos de las Jornadas Mundiales de los jóvenes presidieron el solemne Vía Crucis que recorrió las calles de la ciudad de Soria. Miles de personas rezaron al paso del Vía Crucis y contemplaron el misterio de la Cruz durante las casi cuatro horas que duró el recorrido por las calles sorianas.

Entrada la noche, cerca de las diez y media de la noche, comenzó una Vigilia de oración en la parroquia de El Salvador de la capital. En el acto litúrgico, que presidió el Obispo diocesano y al que acompañaban una quincena de sacerdotes, los adolescentes, jóvenes y adultos asistentes tuvieron la oportunidad de adorar la Cruz, rezar con textos de la Escritura y participar del Sacramento de la Reconciliación. La celebración, «conmovedora» -en palabras de los organizadores- se prolongó durante más de dos horas.

En la misma parroquia de El Salvador, terminada la Vigilia, estuvo expuesto durante toda la noche el Santísimo Sacramento, que fue velado en turnos por los adolescentes y jóvenes de las parroquias de la ciudad.

El día de la fiesta de la Virgen del Pilar, 12 de octubre, la Cruz de los jóvenes presidió la Eucaristía que se celebró en la parroquia de El Salvador, al final de la cual los dos símbolos emprendieron camino el de El Burgo de Osma.

En la Villa episcopal fueron recibidos, en una sencilla celebración, en la iglesia del convento de las MM. Carmelitas. En el mencionado templo permanecieron hasta las cinco de la tarde, hora en la cual dio comienzo la procesión con la Cruz y el Icono que habrían de llegar a la Catedral pasadas las siete de la tarde. Antes, los dos símbolos fueron venerados por los ancianos y residentes de la Residencia «San José» en la puerta del Centro; y por cientos de fieles en la ermita de San Antón, en la puerta del Seminario diocesano «Santo Domingo de Guzmán» y en la iglesia de los PP. Carmelitas.

Al llegar a la Seo burgense, esperaban a la Cruz y al Icono el Obispo de Osma-Soria, Mons. Gerardo Melgar Viciosa, junto con el Vicario general, Gabriel-Ángel Rodríguez Millán, el Vicario episcopal de patrimonio, Juan Carlos Atienza Ballano, y otros sacerdotes. Dentro del templo, antes de que la Cruz fuera adorada por el prelado oxomense-soriano así como por el resto de sacerdotes y fieles, Mons. Melgar Viciosa dirigió la palabra a los presentes en una breve y sentida homilía.

Al terminar la celebración, la Cruz partió hacia tierras abulenses donde continúa su peregrinación espiritual.

Galerías de fotos:

Comparte esta noticia
Facebook
X.com
LinkedIn
WhatsApp
Email