El Obispo envía a los agentes de pastoral que animarán las celebraciones en espera de presbítero

Por voluntad expresa del Obispo de Osma-Soria, Mons. Gerardo Melgar Viciosa, y con la ayuda de la Delegación diocesana de liturgia, dirigida por Julián Callejo Matute, han sido nombrados y enviados en la Diócesis oxomese-soriana los primeros agentes de pastoral que animarán las celebraciones dominicales en espera de presbítero en aquellas localidades donde los sacerdotes no pueden celebrar la Eucaristía dominical.

El envío ha tenido lugar en la tarde del día 10 de febrero, en la celebración de la Santa Misa que ha dado comienzo a las seis de la tarde en la parroquia de San Francisco, y que ha estado presidida por el prelado oxomense-soriano y concelebrada por siete sacerdotes diocesanos. Fue el mismo Obispo diocesano el que quiso presidir la celebración de envío «dada la importancia del ministerio que se les encomienda» pues son enviados «para la realización de este ministerio, de tal manera que veáis que lo que vais a hacer tiene una importancia real en la Diócesis y os sintáis, así, apoyados en todo momento», les ha dicho durante la celebración.

Como afirmaba Mons. Melgar Viciosa en la circular que dirigió en el mes de diciembre a los presbíteros de Osma-Soria, este ministerio laical surge para que «en los pueblos, por pequeños que sean, no se pierda el «sentido del Domingo»».

Para ayudar a los enviados a realizar las celebraciones, la Delegación de liturgia ha creado unos subsidios que, cada semana, serán entregados a los animadores que han sido elegidos de las diferentes parroquias de la Diócesis (una treintena, en este primer momento). En el subsidio preparado por el delegado diocesano, Julián Callejo Matute, los animadores encontrarán los cantos apropiados para cada domingo, algunas moniciones, una homilía y la oración de los fieles, así como un completo esquema de la celebración dominical.

Además, entre el 17 y el 30 de enero, los animadores de las celebraciones en espera de presbítero recibieron la inicial formación y la preparación necesaria en dos encuentros que se celebraron por arciprestazgos. En ellos se explicó el sentido de dichas celebraciones y cómo desarrollarlas, así como el sentido que han de dar a cada una de las partes, y la conciencia que deben tener de sentirse enviados por la Iglesia a realizar un ministerio de gran importancia.

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