Desde el lunes 13 y hasta el miércoles 16 de marzo se celebra la trigésima edición del Encuentro regional de Obispos, Vicarios y Arciprestes de la denominada Iglesia en Castilla en la Casa de Ejercicios Espirituales que los jesuitas poseen en Villagarcía de Campos (Valladolid). Se trata del segundo de los tres encuentros que se dedican al tema: «La caridad en la vida y la misión de la Iglesia».
Mons. Gerardo Melgar Viciosa, Obispo de Osma-Soria, asiste a este encuentro acompañado del Vicario episcopal de pastoral, Jesús F. Hernández Peña; el delegado episcopal de Cáritas en Osma-Soria, Francisco Javier Santaclotilde Ruiz; así como de los arciprestes de todos los Arciprestazgos de Soria.
Es éste, según han informado los organizadores, un acontecimiento en el que anualmente todas las Diócesis de la Iglesia en Castilla se reúnen con el objetivo de «construir unidas una pastoral conjunta potenciando las pastorales sectorial y territorial». En el Encuentro de este año, por tratarse el tema de la caridad, asisten los delegados y encargados diocesanos de Cáritas en las diferentes Diócesis.
Mons. Ricardo Blázquez Pérez, Obispo anfitrión del Encuentro, ha dirigido el siguiente mensaje a los participantes:
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Como Arzobispo de Valladolid saludo cordialmente a todos; me alegro de daros la bienvenida por primera vez después de comenzar a mediados de abril del año 2010 el ejercicio del ministerio episcopal en esta Diócesis.
Al decir Cáritas nos referimos al corazón de la vida cristiana, al centro de las actividades de los discípulos de Jesús, a una consecuencia primordial de la auténtica celebración eucarística. Deus Caritas est fue el título de la primera encíclica del Papa Benedicto XVI, que resuena constantemente en sus escritos. El que se haya conservado la palabra sin traducir nos ayuda a recordar su originalidad y a tener presente su inspiración. El famoso texto de 1 Cor. 13, 4-7 enumera las características que describen el amor cristiano; algunos han sugerido que el sujeto de esas condiciones puede ser, además de la caridad, el mismo Jesucristo. Y cómo no desear que cada cristiano encarnemos en nuestra vida el amor paciente, humilde, amigo de la verdad, servicial, generoso.
A partir de esta actitud original que debe mostrar la comunidad cristiana que estamos llamados a vivir cada uno de nosotros, se ha desarrollado Cáritas como institución señera de la Iglesia católica. Nos alegra el reconocimiento social que recibe por su trabajo diario y agradecemos los esfuerzos especiales que viene realizando ante la grave situación laboral, económica y social que desde tiempo padecemos; con el próximo Encuentro de Villagarcía queremos fortalecer sus señas de identidad y eficacia. La fecundidad en el presente y en el futuro está íntimamente unida a su peculiaridad. La caridad cristiana arranca del amor de Dios que nos envió a su Hijo Jesucristo entregado por nosotros; vivir en este amor mueve a la Iglesia y a los cristianos a estar cerca de los necesitados, en cuerpo y alma, con la compasión del Buen Samaritano.
En torno a la Palabra de Dios, los Sacramentos y la Caridad se desarrolla la actividad pastoral de la Iglesia. Los cristianos somos oyentes de la Palabra, participantes en los Sacramentos y particularmente en la celebración eucarística y servidores de la Caridad. Las tres dimensiones de la vida de la Iglesia son inseparables y se refuerzan mutuamente. Eucaristía y Cáritas están interna y recíprocamente relacionadas.
Los servicios caritativo-sociales de la Iglesia están abiertos a todos; pero debemos exigirnos fidelidad a la fe de la Iglesia quienes colaboramos en sus numerosas actividades, nacidas del amor de Dios, derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos ha sido dado (cf. Rom. 5, 5). En Villagarcía 2011 experimentaremos una vez más que es una dicha compartir el amor cristiano y difundirlo con palabras y obras.
¡Queridos hermanos en el Señor, sed bienvenidos todos!
Valladolid, 4 de febrero de 2011. + Mons. Ricardo Blázquez Pérez, Arzobispo de Valladolid. |
