En la tarde del domingo 1 de mayo, II Domingo de Pascua y fecha en la que el Santo Padre Benedicto XVI ha proclamado beato de la Iglesia universal a Juan Pablo II, el Seminario diocesano «Santo Domingo de Guzmán» ha rendido un sencillo homenaje al nuevo beato y ha encomendado sus intenciones y necesidades a la intercesión del Papa Wojtyla.
Lo ha hecho en la solemne celebración de la oración de Vísperas que, a las ocho y media de la tarde, ha presidido el Rector del Centro diocesano, y Vicario General de la Diócesis, Gabriel-Ángel Rodríguez Millán.
En sus palabras tras la lectura breve, Rodríguez Millán ha instado a los seminaristas a imitar el ejemplo del nuevo beato «especialmente en dos aspectos: su amor al trabajo y su amor a la Santísima Virgen».
