Palafox, beato

Eran las 10.27 de la mañana. El Cardenal Angelo Amato, Legado del Papa Benedicto XVI para la Ceremonia de Beatificación del Obispo Palafox, leía la Carta Apostólica mediante la cual el Sucesor de San Pedro permitía que «Juan de Palafox y Mendoza, Obispo, heraldo infatigable del Evangelio; pastor servicial del rebaño encomendado; valiente defensor de la Iglesia; sea llamado de ahora en adelante con el nombre de Beato y que su fiesta puede celebrarse anualmente el día seis de octubre».

La S. I. Catedral de El Burgo de Osma rompía en un atronador y emotivo aplauso mientras la gigantografía con la imagen oficial del nuevo beato aparecía ante los ojos de los tres mil fieles que, dentro y fuera del templo, estaban tomando parte en la Ceremonia.

La Santa Misa, dentro de la cual tuvo lugar el Rito de Beatificación, se había iniciado a las diez de la mañana con la procesión de entrada desde el Seminario diocesano «Santo Domingo de Guzmán» hasta la Seo burgense; en ella tomaron parte los ciento sesenta sacerdotes concelebrantes y los treinta y seis Obispos y Arzobispos. Entre estos últimos destacaban cinco cardenales (el prefecto de la Congregación vaticana para las Causas de los Santos, que presidía la solemne celebración; el prefecto de la Congregación vaticana para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, Cardenal Antonio Cañizares Llovera; el Arzobispo de Madrid y presidente de la Conferencia Episcopal Española, Cardenal Antonio María Rouco Varela; el Arzobispo de Ciudad de México, Norberto Rivera Carrera; y el Arzobispo emérito de Sevilla, Cardenal fray Carlos Amigo Vallejo). Junto a ellos, y al resto de los Obispos, llegaron hasta El Burgo de Osma el Nuncio de Su Santidad en España, Mons. Renzo Fratini, o los últimos cuatro Obispos que, antes que Mons. Gerardo Melgar Viciosa, ocuparon la Sede oxomense-soriana. Desde tierras poblanas también llegaron hasta El Burgo de Osma para participar en el Rito de Beatificación el Arzobispo de Puebla de los Ángeles, Mons. Víctor Sánchez Espinosa, con su Obispo auxiliar, Mons. Eugenio Lira Rugarcía, o el Arzobispo emérito de la Sede poblana, Rosendo Huesca Pacheco.

La mayoría de los sacerdotes del presbiterio diocesano oxomense-soriano también tomaron parte en la solemne concelebración eucarística; entre ellos los Vicarios general, de pastoral y de patrimonio. Asistieron, así mismo, el postulador y el vicepostulador de la Causa palafoxiana, P. Ildefonso Moriones Zubillaga OCD y Teófilo Portillo Capilla.

Numerosa, también, fue la participación de religiosos y religiosas de la Diócesis y de otras Diócesis españolas. Asistieron el Abad del Monasterio de Santa María de Huerta, Isidoro María Anguita Fontecha, con la práctica totalidad de la Comunidad cisterciense hortense (que, además, tomó parte en la celebración en el canto junto con las corales y la banda de música de la Villa episcopal burgense). Junto a ellos, se encontraba la «plana mayor» de la Orden de los Carmelitas Descalzos pues, desde Roma, viajaron hasta El Burgo de Osma el Secretario General de la Orden, Silvano Vescovi; el Procurador General, Rafael Mendoza; el Ecónomo General, Attilio Ghisleri; o el Vicario General. Miembros de otras Órdenes religiosas como los franciscanos, los dominicos del Monasterio de Caleruega o los agustinos del Monasterio de La Vid también asistieron a la solemne Ceremonia.

Muy numerosa fue también la representación de la sociedad civil en la Beatificación: los presidentes de la Junta de Castilla y de León y de Navarra, Juan Vicente Herrera y Miguel Sanz Sesma; consejeros de ambos Gobiernos autonómicos; la Directora General de Cooperación Jurídica Internacional y Relaciones con las Confesiones, del Ministerio de Justicia, María Aurora Mejía Errasquín; el actual Marqués de Ariza y Duque del Infantado, Íñigo de Arteaga y Martín, o el embajador Carlos Abellá; el agregado cultural de la Embajada de México en España (pues, finalmente, el embajador no pude asistir como tenía previsto); la Hermana Francis Robles, religiosa agustina del Monasterio de la conversión (de Becerril de Campos, Palencia) que ha sido la encargada de pintar la gigantografía; miembros de las Casas de Soria repartidas por España; Pablo Rodríguez Regordosa, secretario de competitividad, trabajo y desarrollo económico del Gobierno estatal de Puebla; cinco diputados del Congreso del Estado así como el presidente municipal de Puebla, Eduardo Rivera Pérez; el alcalde El Burgo de Osma-Ciudad de Osma junto al alcalde de Fitero, Francisco Javier Yanguas o la alcaldesa de Pamplona, Yolanda Barcina Angulo (no estuvo presente, como estaba previsto, el alcalde de Soria, Carlos Martínez Izquierdo); y un largo etcétera de personalidades vinculadas a Soria, Navarra o México que no quisieron perderse el momento en el que la Iglesia reconocía públicamente las virtudes heroicas del Obispo (y también gobernante) Juan de Palafox.

Durante la Beatificación se vivieron momentos de gran intensidad: el momento en el que el Cardenal Legado leía la Carta Apostólica del Papa; la «aparición» de la gigantografía; la procesión con la reliquia del nuevo beato hasta el altar central; la homilía del Cardenal Amato citando, además, la Carta pastoral escrita por Mons. Melgar Viciosa hace algunos meses para preparar espiritualmente a los fieles de Osma-Soria para la Beatificación; etc. Momentos, todos ellos, vividos por los fieles con la emoción propia que suponía el poder estar viendo, después de más de tres siglos y medio, la proclamación como beato del que fuera Obispo de la Diócesis de Osma.

La belleza de la música interpretada por la Coral «Federico Olmeda», el Orfeón «Hilarión Eslava» y la Banda municipal de El Burgo de Osma fue otro de los aspectos más comentados por todos los que tomaron parte en la Ceremonia.

Cuando el diácono proclamó el «Podéis ir en paz», los sacerdotes, los Obispos y Arzobispos y buena parte de los fieles que habían asistido al Rito procesionaron hasta la capilla de Santo Domingo del Seminario diocesano donde se dio por concluida la solemne celebración con la veneración de la reliquia que había portado hasta el lugar el párroco de la localidad de Fitero, Javier Goitia.

A las dos de la tarde, en el Hotel Castilla Termal, Mons. Gerardo Melgar Viciosa ofreció a las autoridades eclesiásticas, a los miembros de la «Comisión Palafox» y a algunos invitados especiales, un almuerzo que puso el broche de oro a un día histórico para la Diócesis de Osma-Soria.

Desarrollo de la Ceremonia de Beatificación del Obispo Palafox

Palabras iniciales del Obispo de Osma-Soria

Carta Apostólica del Papa Benedicto XVI proclamando beato al Obispo Palafox

Homilía del Cardenal Angelo Amato en la Beatificación del Obispo Palafox

Palabras de acción de gracias del Obispo de Osma-Soria

Lectura de la Carta Apostólica

Extracto de la homilía del Cardenal Amato

Agradecimiento del Obispo de Osma-Soria, Mons. Melgar Viciosa

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