El próximo domingo 24 de junio, Solemnidad del nacimiento de San Juan Bautista, el Obispo de Osma-Soria, Mons. Gerardo Melgar Viciosa, presidirá la Santa Misa con la cual quedará inaugurada oficialmente la Misión diocesana.
Los actos comenzarán, no obstante, el día anterior, el sábado 23 de junio. La Comisión para la Misión diocesana ha preparado una vigilia de oración, con exposición continua del Santísimo durante toda la noche, en la iglesia del Monasterio de Santo Domingo (Hnas. Clarisas) de Soria. «Comenzaremos a las 20.00h. y terminaremos con la bendición y reserva del Santísimo a las 10.00h. de la mañana siguiente», ha comunicado el vicario general y presidente de la Comisión, Gabriel-Ángel Rodríguez Millán, en una carta que ha escrito recientemente. Para cubrir todos los turnos de oración y vela ante Jesús Eucaristía, Rodríguez Millán solicita la colaboración de los sacerdotes, laicos y religiosos de toda la Diócesis.
El acto cumbre de la apertura de la Misión tendrá lugar el domingo 24 de junio a las 12.00h. en la Plaza Mayor de Soria. Allí, el Obispo de Osma-Soria presidirá la Santa Misa de inicio oficial de la Misión. «Sin olvidar que es domingo, pido particularmente a los sacerdotes que hagáis un esfuerzo e invitéis a vuestros fieles a asistir a esta importante celebración, particularmente los de la ciudad de Soria», ha dicho el vicario general.
Como recuerda el presidente de la Comisión en su misiva, «la Misión diocesana «Despertar a la fe» se va poco a poco abriendo a paso entre los diocesanos con el apoyo de diversas iniciativas desplegadas al efecto por la Comisión organizadora y el buen hacer de tantos laicos, religiosos y sacerdotes que, desde sus respectivos ámbitos, tratan de hacer llegar a todos el proyecto misionero en el que nuestra Diócesis se ha embarcado por iniciativa del Sr. Obispo». «El próximo curso pastoral, ha escrito Rodríguez Millán, exigirá de todos los agentes de pastoral de la Diócesis un considerable esfuerzo para hacer que se lleve a efecto lo que venimos repitiendo desde el principio: que, dadas las circunstancias en que nos encontramos y secundando la llamada del Papa a una evangelización que sea nueva en sus métodos y en su ardor, estemos dispuestos a invertir todas nuestras energías pastorales para que nuestra Iglesia se ponga en estado de misión permanente».
