Desde el 16 de febrero hasta el 7 de abril, Mons. Gerardo Melgar Viciosa realizó la Visita Pastoral a la Unidad de Acción Pastoral (UAP) de Osma. Durante todo este tiempo, el Obispo diocesano visitó todas las parroquias que componen la Unidad así como algunas otras instituciones, como residencias de ancianos.
En todas las parroquias Mons. Melgar Viciosa fue recibido con verdadero entusiasmo y afecto, teniendo la oportunidad de dialogar y conocer de cerca los problemas, las inquietudes y la cercanía de los fieles que viven en las pequeñas parroquias de la UAP de Osma. Son estos pueblos, según afirmó el prelado, localidades «con muy pocos habitantes pero cargados de fe que lamentan la despoblación a pasos agigantados que están sufriendo».
El día que el Obispo oxomense-soriano se hacía presente en cada pueblo, el número de los presentes era mayor de los que habitualmente están residiendo en ellos pues familias naturales de estas parroquias, que habitualmente viven en la ciudad o en otras capitales de provincia distintas de Soria, se acercaban para saludar al prelado y vivir de cerca la Visita y el contenido del mensaje que Mons. Melgar Viciosa transmitía a sus habitantes.
En todas las parroquias, tras unos momentos de saludo a cada uno de los presentes y un tiempo de conversación con ellos, se procedía a la entrada en el templo para besar la cruz y asperjar a los presentes. A continuación se rezaba por los difuntos, a los que el Obispo recordaba como quienes habían dejado la mejor herencia, la fe, y a quienes encomendar rezando por ellos. En las parroquias de mayor entidad, Mons. Melgar Viciosa presidía la Santa Misa, alentando en su homilía a renovar la fe de los mayores y a no descuidarla dejándose llevar por el influjo del ambiente social adverso. Terminada la celebración se mantenía un rato de diálogo distendido con el Obispo a quienes los fieles agradecían su Visita, su cercanía, su sencillez y sus palabras cariñosas para todos.
Importante fue la visita del pastor diocesano a los enfermos y ancianos, que normalmente no pueden salir a la calle, y que ellos agradecieron mucho. A cada enfermo se le entregó una Bendición episcopal que ellos recibían con mucho cariño.
Mons. Melgar Viciosa, en reiteradas ocasiones, expresó sentirse «muy a gusto entre la gente que queda en los pueblos, que es realmente gente buena y muy religiosa». Además, destacó su gran labor por «mantener una gran fe aunque se les veía con un poco de desesperanza ante la realidad de pueblos que, poco a poco, se van apagando por falta de habitantes».
El Obispo agradeció la buena acogida, el entusiasmo demostrado hacia su persona y lo que él representa, y la fe que expresan sin complejos los cristianos de estos núcleos tan pequeños. Los vecinos quedaron muy agradecidos de la Visita Pastoral, cargada de detalles y de cercanía por parte del prelado oxomense-soriano.
