Estreno de «Un Dios prohibido»

El viernes 14 de junio se estrena en la Diócesis la película «Un Dios prohibido», que relata los últimos días de los 51 claretianos mártires de Barbastro, asesinados por las izquierdas del Frente Popular en los primeros días de la Guerra Civil. El film, que es la nueva y más ambiciosa creación de Contracorriente Producciones, se podrá ver:

Soria: en el Cine Roma (Casa diocesana, Soria) el viernes 14 (a las 19 h.) y el sábado 15 de junio (a las 19 h. y a las 21:30 h.)

Villa episcopal de El Burgo de Osma: viernes 14 (a las 22:30 h.), sábado 15 (a las 20 h. y a las 22:30 h.), domingo 16 (a las 21 h.) y lunes 17 (a las 22:30 h.)en el Cine Palafox.

Sinopsis

Barbastro, con unos 8000 habitantes en 1936, se había convertido en un punto estratégico desde la perspectiva militar debido a la existencia de cuarteles y de un comité revolucionario de la CNT perfectamente organizado. En aquel momento, la comunidad de misioneros claretianos estaba formada por 60 personas: 9 sacerdotes, 12 hermanos y 39 estudiantes. La casa de la comunidad claretiana fue asaltada el 20 de julio de 1936 por milicianos revolucionarios. Los carceleros buscaban la apostasía de los jóvenes aspirantes a sacerdotes. A algunos claretianos les ofrecieron la libertad como una forma de pagar favores anteriores o porque eran conocidos de los carceleros pero antepusieron la liberación de toda la comunidad a la suya individual, por lo que finalmente fueron martirizados.

Los claretianos encarcelados durante semanas dejaron su testimonio escrito en los lugares más insospechados del salón de actos: en el taburete del piano, en las tablas del salón, en las paredes… Los superiores fueron fusilados el 2 de agosto; el resto los días 12, 13, 15 y 18 de agosto de 1936. Junto a los superiores, fue martirizado Ceferino Giménez el Pelé, gitano de Misa y comunión diaria, que a pesar de la insistencia de su hija Pepita no abandonó su Rosario y dio testimonio de su fe con su vida. Además, fue asesinado el Obispo Florentino Asensio, preso en su propia residencia desde el 19 de julio, trasladado al colegio de los Escolapios el día 23, y terriblemente torturado antes de morir. Fueron beatificados por el Papa Juan Pablo II el 25 de octubre de 1992.

Como ha afirmado el delegado episcopal de pastoral vocacional, Rubén Tejedor Montón, «el ejemplo de estos mártires (especialmente en este Año de la fe y en el contexto de la Misión diocesana «Despertar a la fe») es un maravilloso testimonio de amor a Dios, además de un precioso ejemplo de fidelidad a la vocación consagrada hasta dar la vida».

Para más información: www.undiosprohibido.com

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