La Concordia de la Virgen del Espino reúne a cientos de devotos

Cientos de devotos pertenecientes a la Concordia de la Virgen del Espino se reunieron el sábado 10 de agosto en la S. I. Catedral, de El Burgo de Osma, para honrar a la titular de la Concordia. Las dos tallas de la Virgen, la que se encuentra en el templo catedralicio y la de la parroquia de Barcebal, fueron el centro de toda la celebración.

A las siete de la tarde, presidida por el Obispo de Osma-Soria, Mons. Gerardo Melgar Viciosa, daba comienzo el rezo del Santo Rosario en la Seo burgense, cuyos últimos misterios fueron cantados en procesión con las dos tallas por las calles de la Villa episcopal. A la procesión, con cientos de fieles cantando el Rosario, se sumaron las cruces parroquiales de una veintena de los treinta y cuatro pueblos que forman la Concordia.

Una vez terminada la procesión, dio comienzo en la Seo oxomense-soriana la Santa Misa presidida por Mons. Melgar Viciosa y concelebrada por un nutrido gurpo de sacerdotes, a la que también asistieron autoridades civiles.

La Concordia

Los pueblos que forman la Concordia (alguno hoy despoblado) son: Valdegrulla, Aylagas, Bayubas de Arriba, Valdelinares, Velasco, Quintanilla de Tres Barrios, Escobosa de Calatañazor, Barcebal, Lodares de Osma, Valdealbillo, Valdelubiel, Nafría de Ucero, Valdealvín, Pedraja de San Esteban, Valdeavellano de Ucero, La Olmeda, Fuentecantales, Valverde los Ajos, Sotos del Burgo, Santiuste, Boós, Barcebalejo, Valdenarros, Torralba del Burgo, Valdenebro, Valdemaluque, Rejas de Ucero, Quintanas de Gormaz, Berzosa, Alcubilla del Marqués, Gormaz, Ucero, Osma y El Burgo.

La tradición indica que hubo una sequía y todo se secó menos un espino de cuyo tronco fue tallada la Virgen del Espino y de una de sus ramas fue tallada la imagen «hermana» de Barcebal. En el siglo XVII, Gregorio Argaiz escribía que «tiénese por tradición que fue aparecida y hallada sobre un árbol de esta especie en un espinar, que estaba alrededor de una torre, que había en esta Villa del Burgo, y así en memoria del espino le dieron el nombre por haber sido aparecida y hallada en él». Según otra tradición se dice que la Virgen se apareció a un pastorcillo entre las ramas de un espino que brillaba intensamente junto al río Ucero, donde luego se edificaría una ermita y posteriormente la Catedral.

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