El Domingo 16 de marzo, la Diócesis de Osma-Soria, unida a muchas de las Iglesias particulares que peregrinan en España, celebrará el Día del Seminario. Este año, la Jornada viene enmarcada en el lema «La alegría de anunciar el Evangelio». En ese día, el Obispo de Osma-Soria, Mons. Gerardo Melgar Viciosa, presidirá la Santa Misa en la parroquia de Santa Bárbara, de Soria, a las doce del mediodía dentro de la cual el seminarista Pedro L. Andaluz Andrés será admitido como candidato a las Sagradas Órdenes. A esta solemne concelebración eucarística asistirá toda la comunidad del Seminario: el Seminario Mayor, el Seminario Menor, los formadores, los profesores, las familias de los seminaristas, etc.
Además, como cada año, el Seminario ha editado la revista «Afán», en la que desgrana la vida de aquella Casa, «corazón de la Diócesis». La publicación se abre con la carta del prelado oxomense-soriano, Mons. Melgar Viciosa, en la que el pastor diocesano recuerda que «el Señor sigue llamando a su servicio a corazones grandes y generosos que, por encima del egoísmo y del materialismo del mundo actual, estén dispuestos a empeñar su vida para siempre en el servicio de anunciar el Evangelio a sus hermanos».
Tras el Obispo es el Rector del Seminario, Gabriel-Ángel Rodríguez Millán, el que se dirige a todos los fieles de la Diócesis. A continuación se desgrana un resumen de lo que ha sido la vida del Seminario en el último año y los dos seminaristas mayores, José (recién entrado al Seminario) y Pedro L. (a punto de acabar sus Estudios Eclesiásticos), narran algunas de sus experiencias.
«Afán» se cierra con el balance de cuentas del año 2013 (con unos ingresos superiores a los 60.000€ entre colectas, donativos y campañas específicas) y con unas palabras del administrador y formador del Seminario, Rubén Tejedor Montón, quien da las gracias a todos los bienhechores que han colaborado económicamente a lo largo del año con la Casa: «sabemos que son momentos difíciles; sabemos que hay muchas personas colaborando con el Seminario que colaboran con otras causas que también necesitan de ayuda económica. ¡Damos gracias a Dios por vuestra generosidad! ¡Y os damos las gracias de corazón a cada uno de vosotros por pequeña que haya sido vuestra aportación!».
