Los días 30 y 31 de octubre y el domingo 1 de noviembre, a iniciativa de la Vicaría episcopal de pastoral y con la colaboración de la Delegación episcopal de laicos, se ha llevado a cabo en la Plaza de San Esteban de la capital soriana una representación de teatro y guiñol sobre la vida de algunos santos y beatos, con motivo de la celebración de la festividad de Todos los Santos.
Este año han sido San Francisco y Santa Clara de Asís, Santa Teresa de Jesús y la Beata Teresa de Calcuta quienes han sido presentados en la calle. Según los organizadores, «se trata de un modesto espectáculo con marionetas, música y colorido en el que los muñecos que representaban a estos testigos de la fe bailaban y cantaban junto a Espín, el erizo anfitrión del evento, que convencía a una pareja de brujos, Conjuri y Sinjuri, provenientes del mundo de las tinieblas y la oscuridad, a que cambiaran su vida malvada y se hicieran seguidores de Jesús. ¿Y cómo se dio esta transformación en sus corazones? Pues conociendo la vida de estos testigos de la fe: la humildad, el desprendimiento y la pobreza radical de San Francisco; la intimidad con Dios y la confianza en la oración de Santa Clara; la firmeza en la fe y la sabiduría de Santa Teresa de Jesús y la entrega total a los pobres entre los más pobres de este mundo, encarnaciones de Jesús, de Madre Teresa de Calcuta». De este modo se ha querido presentar a la sociedad soriana los testimonios de estos hombres y mujeres «que, por su fidelidad al Jesucristo, se han convertido en referentes imprescindibles para nosotros, cristianos del siglo XXI».
Con esta actividad, y dentro del movimiento Holywins que en estos últimos años se está extendiendo en la Iglesia, se ha querido «compartir la alegría que nos produce la certeza de estar llamados a vivir y a vivir eternamente, dejando de manifiesto que los cristianos queremos defender y construir una cultura que promueva la vida y no la muerte, la luz y no la oscuridad». «Siguiendo la enseñanza de San Pedro hemos querido recordar que Dios nos quiere santos y, sobre todo para los más pequeños pero también para los mayores, hemos pretendido sembrar esta certeza en nuestros corazones», afirmaron desde la organización. «Con mucho respeto y teniendo en nuestro corazón y memoria a quienes nos han precedido y ya están en el Cielo, hemos querido mostrar que estamos seguros de que la santidad gana siempre porque el Amor sana cualquier herida. ¡Sigamos el ejemplo de estos santos, sigamos a Jesús!».
