«La vida contemplativa: lámparas en el camino sinodal» fue el lema de la Jornada pro orantibus, que la Iglesia celebró, como cada año, en la solemnidad de la Santísima Trinidad, el domingo 12 de junio.
Los obispos de la Comisión episcopal para la vida consagrada, organizadora de esta Jornada, destacan, en su Mensaje para esta jornada, los pilares básicos de la vida contemplativa -la escucha, la conversión, la comunión-; aquellos que lo han dejado todo para contemplar al Señor se convierten en testigos de la Luz y pueden ofrecer al Pueblo de Dios su «misteriosa fecundidad» en clave de crecimiento sinodal.
Además, miran con agradecimiento y con esperanza a los hermanos y hermanas contemplativos, pidiendo que el Señor los guarde y los haga brillar entre nosotros. Y, destacan, que ellos, con su testimonio, empujan a toda la Iglesia a ensanchar el espacio de su tienda y a salir en peregrinación.
