LA HOAC (Hermandad Obrera de Acción Católica), ante la triste noticia y la grave situación que hemos conocido durante los últimos días del anuncio de la desaparición de las dos cabeceras de nuestros periódicos provinciales “Diario de Soria” y “Heraldo de Soria”, queremos manifestar lo siguiente:
1. Es triste, por lo que supone para un gran número de personas y familias, la nueva situación que se les viene encima; y es grave porque se acaba aquel largo periodo en el que Soria fue testigo de dos y hasta tres periódicos (a pesar de contar la ciudad con no más de siete u ocho mil habitantes) que en la provincia llegaban de norte a sur y de este a oeste en gran número de hogares sorianos. En la mayor parte de las casas se recibía el periódico y se esperaba cada día como se espera el pan; así se explica que esta provincia era una de las que contaba con menos analfabetismo de España.
2. Esto estaba cantado, se veía venir: una provincia que ha sido abandonada, que ha ido perdiendo miles y miles de ciudadanos en todos los pueblos, era “lógico” que terminase perdiendo las cabeceras de sus periódicos. Esto augura lo que se cierne sobre la provincia: una pérdida de servicios que va certitificando su muerte, lenta pero inexorable. Mientras tanto, vemos a sus políticos de un signo y de otro estar acusándose mutuamente de la situación, una forma estéril de querer dar solución a los problemas gravísimos de esta provincia como consecuencia de su profunda despoblación. Ahí tenemos el Polígono industrial de Valcorba, iniciado hace ya unos 20 años y con el que, para vergüenza de todos los políticos y desgracia de todos los ciudadanos, no se ha hecho nada para asentar empresas y así se produjera un aumento de población, que es la que atenaza nuestro futuro.
3. Nosotros, seguidores de Jesús de Nazaret, reflexionando en grupo esta situación laboral que se presenta con la desaparición de las dos cabeceras por razones simple y llanamente de rentabilidad económica debida a la publicidad y propaganda, queremos recordar un texto de la Doctrina Social de la Iglesia: “El trabajo de ninguna manera puede considerarse como una mercancía cualquiera porque procede directamente de la persona humana. Para la gran mayoría de los hombres, el trabajo es, en efecto, la única fuente de su decoroso sustento. Por eso, no puede determinar su retribución la mera práctica del mercado sino que han de fijarla las leyes de la justicia y de la equidad” (San Juan XXIII, Mater et magistra n. 18).
4. Pedimos a ambas empresas y a los poderes públicos que mantengan los máximos puestos de trabajo para evitar el drama de tantas personas y familias de estos profesionales del periodismo, a los que tenemos que agradecer su trabajo lleno de profesionalidad, entrega e ilusión en defensa de la provincia. Nos unimos a otra manifestación de solidaridad con los trabajadores que ya se ha hecho desde Cáritas diocesana y la Delegación episcopal de medios de comunicación social.
¡Gracias a tantas y a tantos buenos amigos y amigas del periodismo soriano!
