El próximo 10 de julio la Adoración Nocturna Femenina en Soria conmemorará sus veinticinco años de presencia y trabajo apostólico en la Diócesis oxomense-soriana. Para celebrar estas bodas de plata, la ANFE diocesana ha preparado un programa de actos en el que, como afirma en el díptico informativo preparado para dar a conocer la efemérides, quieren nuevamente mostrar que «la Eucaristía es la Fuente, el Centro y la Cumbre de toda la liturgia y de toda la vida cristiana».
Para preparar adecuadamente la celebración del día 10, se ha organizado un triduo cuyos actos litúrgicos tendrán como centro la parroquia de El Salvador, de la ciudad de Soria. Cada día del triduo, comenzando a las ocho de la tarde, se celebrará la Eucaristía con vísperas. Y cada uno de los días la predicación en la Santa Misa correrá a cargo de un sacerdote que abordará un tema diferente.
Así, el miércoles 7 de julio el Vicario General de la Diócesis, Gabriel-Ángel Rodríguez Millán, hablará sobre «La presencia de Jesucristo en la Eucaristía». Al día siguiente, y sobre el tema «La Iglesia vive de la Eucaristía», lo hará el Vicario episcopal de patrimonio, Juan Carlos Atienza Ballano. El último de los días del triduo lo hará Alejandro Millán, Canónigo de la S. I. C. M. de Burgos, sobre «El porqué de la adoración nocturna».
El día grande los actos programados será el 10 de julio, fecha en la que se conmemora el comienzo de la presencia de ANFE en la Diócesis oxomense-soriana. Ese día, desde las siete y media de la tarde hasta las nueve de la noche, se tendrá la recepción de banderas y se realizarán las inscripciones de las distintas delegaciones de ANFE en la Casa diocesana «Pío XII» de la capital Soriana. A las diez de la noche se desarrollará la procesión de banderas hasta la parroquia de El Salvador. Allí, a las diez y media de la noche, Mons. Gerardo Melgar Viciosa presidirá la Eucaristía y la solemne Vigilia de acción de gracias por los veinticincos años de la Adoración Nocturna Femenina soriana.
Durante la noche se tendrán turnos de vela para la adoración al Santísimo Sacramento, al final de los cuales se desarrollará una procesión eucarística hasta la iglesia de Santo Domingo (Monasterio de las HH. Clarisas) donde se impartirá la bendición eucarística. Al final, como colofón, se cantará la Salve a la Virgen.