Celebrado el Día de los misioneros sorianos

El miércoles 3 de agosto la Diócesis de Osma-Soria ha celebrado la Jornada dedicada a conocer y valorar la labor y la vida entregada a los más pobres de los misioneros sorianos aprovechando, según ha declarado la delegada episcopal de misiones, la hermana nazarena Mª Lourdes del Pozo, «que por estas fechas muchos de vosotros volvéis a la tierra que os vio nacer o que por otros motivos os acogió».

El lugar elegido para la celebración ha sido El Burgo de Osma, escogido este año, además, por especiales motivos: «orar y pedir la intercesión del que fue un gran ejemplo de misionero, el Obispo Juan de Palafox y Mendoza», recientemente beatificado.

La jornada, a la que ha asistido desde sus inicios el prelado oxomense-soriano, Mons. Gerardo Melgar Viciosa, y en la que han participado medio centenar de personas (diez misioneros, además de familiares y amigos) ha arrancado a las once de la mañana en el Seminario diocesano «Santo Domingo de Guzmán». Tras los saludos de Mons. Melgar Viciosa y de la delegada episcopal se ha tenido un momento de oración.

Tras la oración, los misioneros sorianos han ido tomando la palabra para presentarse y hablar de su vocación misionera y de su labor evangelizadora en países como Bolivia, Argentina, Argelia, República Centroafricana, Cuba o Ecuador.

A la una del mediodía el Obispo diocesano ha presidido la Santa Misa en la S. I. Catedral. Al finalizar la Eucaristía, pasadas las dos de la tarde, los misioneros, sus familias y todos los presentes han compartido el almuerzo en un restaurante de la Villa episcopal donde, ya por la tarde, tras la sobremesa, se ha continuado con las experiencias de vida de los misioneros sorianos que no han podido intervenir en la mañana. Antes de despedirse, la Hna. Mª Lourdes del Pozo ha hecho entrega a cada uno de los misioneros presentes de un obsequio como recuerdo de este Día a ellos dedicado. La jornada ha concluido pasadas las cinco de la tarde.

Mons. Melgar Viciosa ha definido la Jornada celebrada como «un día verdaderamente entrañable» en el que reunirse todos para orar con y por los misioneros para, entre otros motivos, pedir a Dios que «os siga fortaleciendo y acompañando en el desempeño de la misión que Él os ha encomendado».

Mons. Melgar Viciosa se ha despedido de los misioneros con estas entrañables palabras: «Que el Señor siga alentando vuestro trabajo misionero, os siga dando fuerza para seguir estando en la brecha y en la vanguardia de la evangelización. Seguiremos rezando por vosotros y vosotros no os olvidéis de hacerlo por los que luchamos por el mismo fin desde aquí, para que mantengamos viva la ilusión y la esperanza de hacer llegar al corazón del mundo el mensaje salvador de Cristo».

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