El jueves 15 de abril continuó la programación de la I Semana diocesana de la Familia y de la Vida con la conferencia impartida por el Obispo de Mondoñedo-Ferrol, Mons. Manuel Sánchez Monge, especialista en la temática familiar. Tuvo lugar el la sala de conferencias del Centro Cultural «Gaya Nuño» que se quedó pequeña para albergar a todos los que deseaban escuchar al prelado de la diócesis gallega.
Mons. Gerardo Melgar Viciosa, Obispo de Osma-Soria, presentó a Mons. Sánchez Monge, gran amigo desde la juventud. El consiliario de la Delegación, Francisco Javier Ramírez de Nicolás, hizo la presentación oficial recordando las fechas más importantes en la vida de Mons. Sánchez Monge, sus estudios, publicaciones y dándole la bienvenida desde la Delegación diocesana de Familia y Vida.
El prelado de Mondoñedo-Ferrol quiso recordar con un tono muy ameno y a la vez profundo, «diciendo verdades como puños», los puntos fundamentales de la Instrucción Pastoral de los Obispos españoles de 2001 «La familia, santuario de la vida y esperanza de la sociedad». Se detuvo en la verdad de la familia cristiana fundada sobre el matrimonio indisoluble de un hombre y una mujer cuyo motor es el amor de los esposos que si es verdadero es fecundo y abierto a la vida.
Comentó muchas anécdotas sobre estas cuestiones de sus años de pastoral familiar. Se centró seguidamente en la verdad de la procreación humana y cómo desde mayo de 1968 empezó un triple proceso de ruptura entre sexualidad y matrimonio; sexualidad y procreación; y sexualidad y amor, cuyas «consecuencias tremendas estamos padeciendo».
Mons. Sánchez Monge animó a ser siempre positivos porque la Iglesia tiene siempre que ofrecer lo mejor, una Buena Noticia (el Evangelio) sobre el amor, el matrimonio y la familia. Para ello hizo que la última parte de su intervención versara sobre la familia cristina como esperanza de la sociedad recordando que esta institución natural tiene una serie de derechos que la sociedad debe reconocer en las políticas familiares porque aporta mucho a la sociedad.
Con un breve turno de diálogo y preguntas, se levantó la sesión con un fuerte aplauso cerca de las nueve de la noche.
