El domingo 10 de marzo, el Obispo realizó, por tercer año consecutivo, la convivencia cuaresmal para matrimonios en el Seminario diocesano. Arrancaba a las 10 de la mañana, asistiendo treinta y dos matrimonios con veintinueve niños. Tres jóvenes organizados por la Delegación de familia y vida cuidaron durante todo el día a los pequeños para que los padres pudieran aprovechar toda la riqueza de la convivencia.
Tras los primeros saludos, comenzó la convivencia en un ambiente de oración, silencio y ganas de aprovechar la jornada. Tras un intenso momento de oración (más de una hora de oración comunitaria y personal), todos los participantes se presentaron indicando quiénes eran, de qué parroquia de la Diócesis procedían y qué venían buscando a la convivencia.
Tras este momento de relax y conocimiento mutuo, los matrimonios mantuvieron una reflexión sobre la vida a la luz de Jesús y del Evangelio, a la que siguió la cleebración del Sacramento del perdón con preparación comunitaria, y confesión y absolución individuales. Cuatro sacerdotes y el propio Obispo diocesano, durante hora y media, estuvieron confesando a la práctica totalidad de los asistentes.
Cerca de las dos y media de la tarde todos los presentes compartieron juntos la comida; fue un momento especial de confraternización y de compartir entre todos.
La tarde estuvo dividida en dos momentos: el diálogo de cada matrimonio a solas y la celebración de la Santa Misa todos juntos, también con los niños.
Los matrimonios agradecieron sinceramente «al Obispo, que cada año prepara, dirige y realiza esta convivencia, y a la Delegación episcopal de familia y vida».