Acaba de concluir la Semana de oración por la unidad de los cristianos en la Diócesis de Osma-Soria en comunión con toda la Iglesia. Este año los materiales para su celebración y para el resto del año han sido preparados por las Iglesias y comunidades cristianas de Letonia con el lema «Destinados a proclamar las grandezas del Señor» (1 Pe 2, 9-10).
Esta Semana, del 18 al 25 de enero cada año, impulsada por el Consejo Mundial de Iglesias (formado por las Iglesias Ortodoxas y Comunidades Protestantes) y por el Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos por parte católica, son días de oración, en los que cada uno en nuestro lugar, junto a nuestros hermanos más cercanos, no sólo vivimos sino que también exteriorizamos de una manera especial el sentirnos hermanos, hijos de un mismo Padre, unidos por un mismo bautismo y una misma fe. Y, siguiendo el mandato de Jesús, manifestamos la necesidad de caminar y emprender la misión juntos y, este año en particular, somos exhortados a «proclamar las grandezas del Señor en nuestro mundo».
Desde la Delegación episcopal de ecumenismo y diálogo interreligioso de Osma-Soria y la Iglesia Ortodoxa Rumana en Soria hemos preparado y celebrado esta Semana con diversos acontecimientos: hemos visitado las parroquias de El Espino, de El Salvador y de Santa María La Mayor para orar por la unidad durante la Misa diaria; hemos disfrutado de una preciosa y sentida charla sobre el Hermano Roger y la Comunidad de Taizé impartida por José Antonio Encabo Yagüe, sacerdote diocesano buen conocedor de esta realidad; hemos celebrado una Vigilia de oración ecuménica, presidida por nuestro Obispo y por el P. Gabriel Danila, sacerdote ortodoxo rumano, en la parroquia de Santa Bárbara; hemos vivido un hermoso momento de oración junto a la comunidad ortodoxa rumana con el rezo del Paráclisis en la ermita del Mirón; y, por último, se ha clausurado la Semana el domingo 24 de enero con la celebración de la Santa Misa en la parroquia de Santa María La Mayor y la lectura de un Manifiesto por la unidad de los cristianos reunidos en oración en la Plaza de San Esteban de la capital soriana.
Las palabras de nuestros pastores durante estos días se han centrado en las Bienaventuranzas, palabras que hemos de llevar a nuestras vidas, y en la llamada a ser sal y luz en el mundo. Mons. Gerardo Melgar Viciosa recordó en su homilía durante la Vigilia de oración que hemos de sentirnos urgidos por nuestro bautismo a llevar la luz de Cristo a los demás. El P. Gabriel Danila, por su parte, planteó la pregunta de dónde reside la felicidad, llegando a la conclusión de que la felicidad ya habita en nuestras almas, en las que hemos de descubrir la herencia de Jesús, el tesoro más valioso y el único que nos da felicidad, tesoro que debemos conservar, como también hace la sal…
Con esta idea de conservar en nuestra alma la presencia del Espíritu Santo, y concluida esta Semana de oración, desde la Delegación de ecumenismo y diálogo interreligioso junto con la Iglesia Ortodoxa Rumana de Soria damos gracias a Dios por las experiencias vividas. Agradecemos la posibilidad de compartir la vida y caminar juntos, también cerca de otros hermanos de confesión evangélica, compartiendo nuestros dones y uniendo nuestra oración, siempre en la búsqueda sincera y constante de la unidad en Cristo. En el sentir de Ángel Hernández Ayllón, delegado episcopal, y del P. Gabriel Danila así como en el de la Delegación está el seguir llevando lo vivido estos días al día a día, estrechando cada vez más nuestros lazos de amistad, de amor mutuo y de comunión.
