La semana del 13 al 19 de Diciembre nuestro Obispo, D. Gerardo, vino a compartir con nosotros el caminar, a conocernos más y a guiarnos en nuestras actividades parroquiales, en nuestro compromiso, en nuestras vidas cristianas. Fueron días intensos, llenos de gracia y fraternidad, días para aprender y crecer, y para gozar del Amor fraterno y la protección y seguridad que nos brinda aquél que el Señor ha elegido para ser nuestro pastor.
El lunes 13 de diciembre a las diez de la mañana, D. Gerardo, acompañado por nuestro párroco Ángel y D. Jesús (vicario pastoral), comenzó oficialmente la Visita. Fue en la ermita del Mirón. Allí se encontró con Iluminada, la señora que está al cuidado de la ermita desde hace décadas, y con el padre Juan, sacerdote de la Iglesia Ortodoxa Rumana que celebra en la Ermita del Mirón, gracias a un acuerdo alcanzado hace algo más de un año entre la Diócesis de Osma-Soria y el Patriarcado ortodoxo rumano en España y Portugal.
A las once y media de la mañana, D. Gerardo y Ángel fueron a visitar a los sacerdotes de la parroquia y a sus familias, y -a continuación- compartieron la comida juntos.
Poco después, a las cuatro y media de la tarde, se reanudó la actividad ya en la parroquia, donde nuestro Obispo fue recibiendo a los diversos grupos parroquiales. Primero las mujeres que se ocupan de la limpieza, seguidamente las catequistas, y a continuación tuvo lugar un encuentro con los padres y niños de catequesis. A las siete y media se celebró la primera Eucaristía de la visita, presidida por D. Gerardo, a la que siguió la Exposición del Santísimo y el rezo de Vísperas en comunidad. Sobre las nueve y media, cenó en los salones parroquiales junto a los grupos con los que el señor Obispo había compartido el día: los equipos de limpieza, catequistas, los hermanos ortodoxos, personas encargadas de la página web, e Iluminada. El primer día, intenso y emocionante concluyó sobre las doce de la noche. Una experiencia muy hermosa.
Segundo día, martes 14: la jornada comenzó a las nueve y media de la mañana con la reunión con el equipo del Consejo de Economía. A las diez y cuarto, D. Gerardo pudo visitar la residencia de ancianos y sobre las once de la mañana fueron recibidos por los franciscanos, pasando un agradable rato en el colegio y en la comunidad. A las doce y cuarto, aproximadamente, se desplazaron hasta las Aulas de la Tercera Edad, en plena actividad a esas horas del día. Antes de la comida hubo tiempo para realizar las primeras visitas a enfermos, que han sido muy emotivas y sentidas tanto por los enfermos y sus familias como para el grupo de atención de enfermos parroquial. Frente a la efervescente actividad del día a día parroquial, la atención y el consuelo para aquellos que están silenciosamente en sus casas viviendo la realidad del sufrimiento por la enfermedad o la vejez.
A primera hora de la tarde, de vuelta en los salones parroquiales, D. Gerardo recibió a los grupos de formación, a los cantores, y pudo escuchar y conversar con el equipo de Cáritas parroquial y con el grupo de madres; lo hizo antes de celebrar la Eucaristía a las siete y medida. Tras la Exposición del Santísimo y el rezo de Vísperas, de nuevo cenó con los grupos con los que había entrado en contacto por la tarde: Cáritas, grupo de madres, Signo de Vida y Alcohólicos Anónimos (cuyo lugar de reunión semanal son los salones de la parroquia).
El miércoles y el jueves hubo un paréntesis en la Visita, que se reanudó el viernes 17 a las nueve de la mañana con una bellísima celebración de la Eucaristía en la iglesia de Santo Domingo junto a las hermanas Clarisas con quienes posteriormente D. Gerardo visitó el convento y conoció su día a día. Momentos especiales para compartir, disfrutar de la comunión fraterna y orar junto a esa joven y activa comunidad de almas orantes entregadas al Señor. Paz y Bien, y mucha Alegría.
A las once de la mañana la Visita continuó en el Instituto secular «Alianza en Jesús por María», otro día cargado de encuentros y bendiciones. Antes de la comida, D. Gerardo pudo visitar y conocer en sus hogares a varios enfermos de nuestra comunidad.
A las cinco de la tarde, en la parroquia, se reunió con la Cofradía de la Entrada de Jesús en Jerusalén, y seguidamente pudo charlar con los miembros de la Adoración Nocturna y de la Renovación Carismática. Antes de la Eucaristía se reunió con el Consejo Pastoral Parroquial y expuso la importancia del mismo para un óptimo rendimiento de los esfuerzos pastorales en el caminar y crecer de la comunidad. Después de una hermosa celebración de la Eucaristía, nuestro pastor compartió un emotivo momento de oración y alabanza junto al grupo de la Renovación Carismática. Canto, entrega, sinceridad e intimidad con el Señor en un inolvidable encuentro en el que la Gracia del Espíritu Santo llenó los corazones y actuó con poder en las vidas de todos los que participaron de la oración. Junto a este grupo y a los miembros del Consejo Pastoral, D. Gerardo cenó y pasó un interesante y divertido rato de sobremesa y conversación. Ya se cumplían tres días de Visita.
El sábado por la mañana tenemos que agradecer a D. Gerardo que amablemente hiciera un hueco en su agenda y se acercara a La Mayor para visitar al grupo de jóvenes de la parroquia. Fue una mañana muy intensa y muy bonita. Fue recibido con gran calor y efusividad por los más pequeños, con música y cantos, con oración y alabanza… Presenció un teatro de temática navideña representado por los más pequeñitos del grupo, respondió a las preguntas de los niños, pudo hablar un poquito con ellos y fue testigo de la alegría y energía desbordante que emanan los jóvenes de la casa.
El último día, el domingo 19, no cedió la intensidad ni la emoción. A las nueve y media de la mañana D. Gerardo acompañó a Ángel, también capellán del centro penitenciario, a la cárcel. Allí celebraron la Eucaristía, hablaron con los internos, y compartieron con ellos la fascinante certeza de reconocer y proclamar a Cristo vivo en dura realidad de la cárcel.
A las doce y media se celebró una preciosa Eucaristía en Santa María la Mayor: D. Gerardo al frente de su pueblo, el pueblo que Dios le ha encomendado que pastoree. Una Misa de domingo aún más especial porque en ella se hizo hincapié en la importancia de la Vida. Al final de la Misa todas las mamás y papás con niños presentes se acercaron al altar y recibieron una bendición por parte de D. Gerardo. Al concluir la celebración, toda la comunidad, con D. Gerardo a la cabeza, se concentró en la Plaza Mayor convocada por la asociación en defensa de la vida «Signo de Vida». Se guardó un minuto de silencio por los niños no nacidos, se leyó el Manifiesto por la Vida y se acabó con música y baile en una animada celebración de la Vida.
Después de comer con los jóvenes, y de tomar un café con los padres de los mismos, D. Gerardo fue con el equipo de atención a enfermos a administrar la Unción a algunos de ellos. Una tarde de mucho Amor y mucha Paz.
Sobre las ocho y media D. Gerardo se reunió con varios matrimonios de la comunidad y el equipo de atención a enfermos; con ellos cenó y compartió los últimos momentos de su Visita a Santa María la Mayor.
Han sido días para disfrutar de la experiencia y protección de nuestro pastor; para aprender, para analizar nuestras labores en la comunidad; para reflexionar; para percibir el valor de la fraternidad y la cooperación; para reconocer con humildad los errores; para meditar con esperanza y valentía en el presente y en el futuro, para recuperar seguridad en nuestro compromiso, para alegrarnos juntos de los logros conseguidos en la evangelización en nombre del Señor; y, sobre todo, para compartir la enorme alegría de sentirnos, junto a nuestro pastor y nuestro párroco, en servidores y seguidores de Cristo, auténticos testigos de Cristo.
Gracias, querido D. Gerardo, desde esta comunidad, su comunidad. Oramos por usted y pedimos a Dios que le cuide, le proteja y le conceda siempre Gracia y Paz.