Echa a andar el voluntariado católico juvenil de la Diócesis de Osma-Soria

Después de muchos preparativos, en los primeros días de enero de 2013 ha echado a andar en la Diócesis de Osma-Soria el voluntariado juvenil católico. En este proyecto, puesto en marcha por el Obispo diocesano y por la Delegación de pastoral vocacional, participan hasta ochenta adolescentes y jóvenes con edades comprendidas entre los 15 y los 30 años; chicos y chicas estudiantes de ESO, Bachillerato, Módulos o carreras universitarios así como chavales que ya están desarrollando diferentes profesiones toman parte en uno de los principales retos de la Diócesis para este Curso pastoral, reto que se incluye en la Misión diocesana «Despertar a la fe» con el nombre de Misión joven.

Algunas residencias de ancianos de la ciudad de Soria (Residencia Manuela o Los Royales) y otras de localidades de la Diócesis como El Burgo de Osma, Fuentetoba, San Esteban de Gormaz o Almazán acogerán las visitas que, semanalmente, realizarán los voluntarios a los ancianos; los chicos y chicas podrán ser identificados a través del carné que les acredita como voluntarios dependientes de la Diócesis de Osma-Soria para participar en esta actividad. Fue el propio Obispo, Mons. Melgar Viciosa, quien entregó a los voluntarios esta acreditación a finales de diciembre.

La iniciativa de la Diócesis ha tenido una acogida excepcional en los directores de las siete residencias a las que se les ha pedido colaboración para esta actividad pastoral; fueron ellos, juntamente con los equipos de trabajadores sociales y los sacerdotes que se encargan de la capellanía de cada centro, quienes guiaron a los chavales en su reciente primera visita.

¿Qué es el voluntariado juvenil católico?

Se trata de un voluntariado juvenil destinado a «apadrinar» un anciano para visitarle una vez a la semana (todas las semanas) y permanecer con él -aproximadamente- por espacio de una hora, así como ayudarle en todo cuanto necesite (dar un paseo, escucharle, contarle experiencias vividas durante la semana, preguntarle si precisa algo que los chavales puedan hacerle para la próxima semana, tener -de cuando en cuando- algún detalle, etc.

Los principales destinatarios serán los ancianos que, en sus casas o en las residencias que colaboran con la Diócesis, estén necesitados de más ayuda y compañía: los que más lo necesiten, los que menos visitas tengan, los que más solos o enfermos se encuentren. En definitiva, se trata, desde una óptica creyente, de descubrir el rostro de Cristo en el rostro del anciano para acogerlo en la vida de cada voluntario, abrirle el corazón, escucharle y acompañarle, llevarle momentos de alegría y nunca juzgarle a él o a los suyos.

La iniciativa está abierta a la participación de más voluntarios y de otras residencias de la ciudad o de pueblos de la provincia.

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