El portavoz del Arzobispado de Puebla, en nombre de su Arzobispo, visita al Obispo de Osma-Soria

En la mañana del 24 de enero era recibido por Mons. Gerardo Melgar Viciosa, Obispo de Osma-Soria, el P. Eugenio Lira Rugarcía, portavoz de la Arquidiócesis de Puebla de los Ángeles y enviado personal del Arzobispo de la Sede angelopolitana, Mons. Víctor Sánchez Espinosa, a la Diócesis oxomense-soriana para recabar información de los pasos dados y de los próximos pasos a dar en relación a la Ceremonia de Beatificación del Venerable Palafox.

El P. Lira, que llegaba a El Burgo de Osma el viernes 21 de enero, mantuvo una cordial entrevista con el prelado diocesano durante más de una hora. En ella, el enviado poblano informó a Mons. Melgar Viciosa de los actos que se vienen realizando en Puebla de los Ángeles para preparar espiritualmente a los fieles para la próxima Beatificación e intercambió con él algunas impresiones acerca del próximo acontecimiento. Igualmente, en nombre del Arzobispo de Puebla de los Ángeles, pidió oficialmente a Mons. Melgar Viciosa que, tras la Beatificación, parte de las reliquias de Palafox puedan ser llevadas a la Catedral angelopolitana donde se encuentra vacío el sepulcro que el Venerable Obispo mandó preparar para su sepultura.

El portavoz de la Arquidiócesis de Puebla pudo conocer, durante el fin de semana pasado en El Burgo de Osma, varios lugares relacionados con el próximo beato. Así, visitó la Seo burgense, el convento de los PP. Carmelitas, la localidad Navarra de Fitero (donde estuvo acompañado por el presidente de la Asociación de amigos de Palafox del Monasterio de Fitero, Fernando Seves Morentín), etc.

El P. Lira Rugarcía partió de El Burgo de Osma hacia Madrid -para partir a México al día siguiente- en la tarde del lunes 24 no sin antes recordar que «en este día conmemoramos la fundación de la Sede episcopal de la que surgió la Diócesis de Puebla de los Ángeles, la más antigua de las Iglesias particulares establecidas en México, heredera del Obispado de Santa María de los Remedios, llamado «Carolense», en honor del Rey Carlos I, que habría de establecerse en Yucatán, y que nunca llegó a erigirse […] en 1517, al tener noticia del descubrimiento realizado en marzo del mismo año por Francisco Hernández de Córdoba (ca.1475-1517), el Rey Carlos I solicitó al Papa León X la erección de un Obispado en las costas de Yucatán, a lo que el Sumo Pontífice accedió mediante la Bula «Sacri Apostolatus Ministerio». En esta Bula, que algunos investigadores fechan en 1519, el Papa, al tiempo de declarar que se interesa mucho por el Nuevo Mundo, recuerda el celo de los Reyes Católicos y erige, a petición del Rey Carlos, una Iglesia en esa tierra. Sin embargo, la erección del Obispado «Carolense» quedó sin efecto ya que, en realidad, los españoles no habían fundado pueblo alguno en aquella región […] Posteriormente, tras la conquista, que permitió un conocimiento más preciso del territorio de la Nueva España, se obtuvo de Su Santidad Clemente VII la Bula «Devotionis tuae probatasinceritas», del 13 de octubre de 1525, con la que se erigía la Diócesis de Tlaxcala, como sufragánea de la Arquidiócesis de Sevilla (España). Pero no será hasta 1543 cuando el traslado de la Sede mediante Cédula Real del 6 de junio firmada por el Regente (interino) Don Felipe, más tarde Rey Felipe II».

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