El martes 1 de mayo, con motivo de la Memoria litúrgica de San José, obrero (instituida en 1955 por el Venerable Siervo de Dios, el Papa Pío XII), la Delegación episcopal de Cáritas y pastoral social invita a los diocesanos a participar en la Santa Misa que tendrá lugar en la parroquia de El Salvador, de Soria, a las once y media de la mañana. Estará presidida por el Vicario General, Gabriel-Ángel Rodríguez Millán (en este mismo día, el prelado oxomense-soriano presidirá la Santa Misa en la S. I. Catedral, de El Burgo de Osma, a las doce y media de la mañana)
Con motivo de esta jornada eclesial, HOAC, JOC y MTC han suscrito un comunicado titulado «Mirar la realidad con esperanza». En él animan a «descubrir lo que, en las condiciones de vida y trabajo de tantas familias, existe como freno y ocultamiento del Reino de Dios, para transformar la realidad y colaborar a construir humanidad. Es la vida humana, lo más importante para Dios, lo que está en juego». «La pobreza, agravada por la crisis actual y por la mercantilización y precarización del trabajo, es un signo de la negación de Dios porque niega a la persona humana» afirman en el comunicado.
Los tres movimientos cristianos animan, a pesar de todo, a mirar con esperanza los muchos signos positivos presentes en la sociedad: «la vida de muchos hombres y mujeres del trabajo, de los jóvenes, sus ansias de justicia y de dignidad, sus experiencias de lucha y solidaridad, de organización y de cooperación, el reclamo de otro mundo posible», entre otros.
Finalmente, HOAC, JOC y MTC exhortan a la vivencia de la «caridad política» que se ha de plasmar «en formas de vida, personal y comunitaria, que propongan y hagan visibles estilos de vida alternativos, austeros, sostenibles y solidarios; en la denuncia de las políticas que generan desigualdad y rompen la vida humana y el desarrollo del trabajo como principio de vida; en la difusión y fidelidad de los principios y orientaciones que la Doctrina Social de la Iglesia propone. Así ayudaremos a la sociedad a encontrar respuestas éticas a la actual crisis que vivimos».
«El primer capital que se ha de salvaguardar y valorar es el hombre, la persona en su integridad, pues el hombre es el autor, el centro y el fin de toda la vida económico-social», recuerdan citando al Papa Benedicto XVI.
