Ayer, 8 de noviembre de 2009, a media tarde, el Señor llamaba a Su Presencia al presbítero diocesano Gaudencio Moreno Rica, a la edad de cien años.
D. Gaudencio había nacido un 19 de junio de 1909 en la localidad burgalesa de Huerta del Rey, por entonces dependiente eclesialmente de la Diócesis de Osma. De su padre (secretario del Ayuntamiento municipal) y de su madre, él y sus diez hermanos recibieron una sólida formación cristiana.
Tras realizar sus estudios en el Seminario de El Burgo de Osma, fue ordenado sacerdote el 15 de junio de 1935 en Sigüenza (por hallarse la Sede oxomense vacante tras el traslado del Obispo Miguel de los Santos Díaz y Gómara a la Diócesis de Cartagena) por el obispo mártir Mons. Eustaquio Nieto y Martín (asesinado en la persecución religiosa durante la Guerra Civil española)
En su primer destino pastoral le fue confiada la parroquia de Nava de Roa. Años más tarde fue enviado a atender, como ecónomo, la parroquia de San Juan -en Aranda de Duero-. En el año 1950, el Obispo de Osma Saturnino Rubio Montiel le nombra Formador del Seminario Mayor y Vicerrector del mismo Centro.
Es destacable el trabajo realizado durante sus largos años de ministerio en el campo de la evangelización de los laicos pues en la Diócesis fue el gran impulsor y alentador del movimiento de Cursillos de cristiandad.
Sus últimos años de servicio a la Diócesis los dedicó, en cuerpo y alma, como había hecho en todas sus encomiendas pastorales, a la parroquia de Santa María la Mayor, en la capital soriana, hasta que se jubiló en el año 1979. Durante estos años, también ejerció la docencia como profesor del Seminario Mayor.
Tras su jubilación se retiró, como capellán, a la Residencia de ancianos «Sagrada Familia» de Arcos de Jalón. Y, algunos años más tarde, se trasladó a la Residencia sacerdotal de Burgos, donde ha fallecido.
El funeral, presidido por el Obispo de Osma-Soria, Mons. Gerardo Melgar Viciosa y concelebrado por numerosos sacerdotes, se ha celebrado en la tarde del lunes 9 de noviembre a las cuatro y media de la tarde en la parroquia de la localidad que le vio nacer.
Enamorado de la literatura y de la composición de sencillos y bellos poemas, durante su vida publicó algunas obras de catequesis y dirigió y escribió varias representaciones escénicas, de un marcado carácter pastoral y vocacional. Entre ellas podría destacarse, entre otras, la obra que dirigió el 31 de octubre de 1954, en la plaza de toros de El Burgo de Osma, tras la Misa pontifical celebrada el mismo día en el campo de fútbol municipal, para la clausura diocesana de los actos conmemorativos de la Declaración del Dogma mariano de la Asunción de la Virgen.
Descanse en paz, D. Gaudencio.