El domingo 16 de enero fue el día elegido este año para la celebración de la Jornada de la infancia misionera. En todas las parroquias de nuestra diócesis de Osma-Soria se celebró este día con el que la Iglesia recuerda a los niños que ellos también están llamados a ser misioneros en su realidad cercana y que pueden ayudar a los misioneros en su trabajo con la infancia en otros lugares del mundo. El lema de este año fue: “Con Jesús a Jerusalén. ¡Luz para el mundo!”.
El Sr. Obispo presidió la eucaristía en la parroquia de Santa Bárbara de Soria a las doce del mediodía. Los niños de la parroquia tuvieron una participación especial en la misma, siendo los encargados de leer las preces y llevar las ofrendas. Este es el segundo año consecutivo en el que, por causa de la pandemia, no se realiza la habitual celebración conjunta con los niños de las diferentes parroquias.
Según datos de las Obras Misionales Pontificias (OMP), en 2021 la Infancia misionera consiguió recaudar 2 millones de euros que empleó en realizar 335 proyectos con los que atendió a más de 300.000 niños en 34 países del mundo.
La Infancia misionera nació en Francia en 1843, cuando el obispo Forbin-Janson recurrió a los niños de su diócesis, en vez de a grandes benefactores, para ayudar a otros niños necesitados en China. En 1922, el papa Pío XI asumió como suya esta iniciativa y le dio el carácter de obra “pontificia”. En España se implantó en 1852, con el apoyo de la reina Isabel II.
La Infancia misionera es una gran obra de la Iglesia para dar protagonismo a los niños invitándolos a que descubran la riqueza de la fe recibida en su bautismo y la compartan con los niños.
