Comunicado del Obispo de Osma-Soria ante la migración forzada de millones de sirios
«Fui forastero y me hospedasteis» (Mt 25, 35)
1. Secundando la iniciativa del Santo Padre, el Obispo de Osma-Soria, Mons. Gerardo Melgar Viciosa, ha lanzado a los párrocos, religiosos y a todos los fieles de la Diócesis una llamada urgente para hospedar a las víctimas de esta migración forzada. El prelado no pide sólo la intervención de las estructuras de acogida de la Diócesis y de las parroquias sino que se dirige también a las familias para que acojan en sus casas a un refugiado, pues lo que está sucediendo en el Próximo Oriente interpela a todos, no sólo a las instituciones, sobre el sentido de las palabras «solidaridad» y «justicia».
2. La Diócesis de Osma-Soria pone a disposición de los refugiados del drama sirio los recursos necesarios para acoger a cuantos se acerquen a nuestra Diócesis en busca de ayuda; en particular, ofrece casas que existen en diversas parroquias que han dejado de ser habitadas por los párrocos y que se encuentran en buen estado de conservación de manera que con ello se pueda subvenir a las necesidades de alojamiento de los refugiados sirios.
3. El Obispo pide a los sacerdotes responsables de las Unidades de Atención Pastoral (UAP) de la Diócesis que definan un programa concreto de acogida extraordinaria y de acompañamiento para estos hermanos víctimas de la migración forzada. Se trata, en principio, de afrontar la necesidad urgente de alojamiento para después promover junto a otras realidades eclesiales y civiles un esfuerzo efectivo para su inclusión social.
4. Con el impulso de Cáritas diocesana y de las Cáritas parroquiales, se trata de promover en cada UAP uno o más lugares de acogida temporal capaces de alojar a cinco personas cada uno, buscando la disponibilidad en las parroquias, casas de religiosos y otras estructuras presentes en la respectiva demarcación. No se trata, pues, de una acogida sólo nocturna como la que frecuentemente se ofrece a los «sin techo», sino de una hospitalidad completa durante algunos meses en base a las necesidades e indicaciones que ofrezcan las administraciones públicas.
5. El Obispo no oculta las dificultades que esta iniciativa urgente puede tener; de ahí que, para llevar a cabo el proyecto de forma ordenada, pide a los sacerdotes que se dirijan a Cáritas diocesana que ofrecerá su ayuda en orden a la información, elaboración y coordinación de los diversos proyectos.
6. Igualmente el prelado se alegra -y así lo participa a todos- que ya están en marcha iniciativas y se han dado pasos concretos, efectivos y comprometidos en orden a la atención de los refugiados en nuestra Diócesis por parte de asociaciones de Iglesia y cristianos particulares: están trabajando en ello Cáritas, la Delegación episcopal de diálogo interreligioso, la Asociación «Signo de Vida», cristianos particulares que han ofrecido sus viviendas, la parroquia de Santa María La Mayor de Soria, que ofrece la casa del «Mirón» en la que se podría alojar a cuatro familias; un médico pediatra, personas con capacidad de ser traductores, dinero que se entrega para este fin, etc.
7. El Obispo agradece a todos cuantos ya se han comprometido y a todos cuantos se comprometan en esta tarea humanitaria urgente con los refugiados sirios, respondiendo así a las exigencias de nuestra fe, de la justicia y la solidaridad con estas familias especialmente necesitadas en este momento.
