La Diócesis en la JMJ 2013 de Río de Janeiro

El lunes 22 de julio, un grupo de 12 feligreses de la parroquia de la Virgen de los Milagros de Ágreda y otro de 4 de la parroquia de Ntra. Sra. del Espino de Soria, con su párroco Tomás Oliva Crespo al frente, iniciaron una peregrinación para encontrase con Su Santidad el Papa Francisco en la Jornada Mundial de la Juventud de Río de Janeiro (Brasil). Este grupo de diocesanos formaban parte de la peregrinación que el Camino Neocatecumenal de la región de Aragón y Soria organizó para participar en este encuentro, ascendiendo a un total de 120 peregrinos.

El mencionado día se realizó una celebración penitencial en la parroquia zaragozana de Santa Engracia, presidida por el Arzobispo de Zaragoza, Mons. Manuel Ureña Pastor. El martes 23 de julio volaron a Sao Paulo y aterrizaron en la mañana del miércoles 24; allí les esperaban tres voluntarias que les acompañaron durante todo el recorrido. Los peregrinos fueron acogidos en la parroquia de Santa Bernardette de la mencionada ciudad, que alojaba diariamente a 3.000 jóvenes. Los peregrinos fueron recibidos en las casas, con más amor fraterno que medios, hecho que edificó a los participantes en la peregrinación. Por la tarde visitaron el Seminario misionero «Redemptoris Mater» donde fueron recibidos por el rector y los seminaristas con cantos; allí celebraron la Eucaristía.

El día de Santiago Apóstol rezaron laudes en la parroquia de acogida para posteriormente trasladarse al centro histórico de la ciudad. Por la tarde, después de la visita a la Catedral, realizaron una misión popular en la explanada del templo. El viernes 26 de julio visitaron el monasterio concepcionista de la Luz y el museo de arte sacro que está instalado en una parte del edificio. Por la tarde, los jóvenes se dedicaron a escrutar la Palabra de Dios y a rezar el Rosario. Concluyó la jornada con la Santa Misa. A las doce de la noche emprendieron su camino a Río. En torno a las cinco de la madrugada visitaron y rezaron a los pies de la Ntra. Sra. de Aparecida. El camino hasta la parroquia de Santa Rita de Casia en Río estuvo lleno de contratiempos propios de una peregrinación: pinchazos, equivocaciones de carretera, etc. La distancia entre la parroquia de acogida y Copacabana era de 70 km que realizaron en autobús, tren, metro y a pie. Llegados a la vigilia, el clima de oración y recogimiento reconfortó a los jóvenes peregrinos. Una vez acabada la vigilia, acamparon en la inmediaciones de la playa para pasar la noche y celebrar con alegría la Eucaristía del domingo.

El domingo 28 de julio la actividad comenzó pronto en el campamento improvisado. Gracias a la ayuda de los voluntarios de Santa Rita de Casia tuvieron los kit de comida del peregrino que les sirvió de desayuno. Además, se dieron cuenta que el Papa iba a pasar cerca, al estar situados junto a un vía de acceso. Cuando llegó el momento, miles de cámaras plasmaron la imagen de Su Santidad saludando desde el vehículo que lo llevaba al altar. La celebración eucarística la siguieron por una de las pantallas gigantes puestas a tal efecto. Afortunadamente, de los cuatro sacerdotes acompañantes, dos consiguieron acreditaciones para concelebrar con el Santo Padre. En la homilía, a los jóvenes les impactó la sencillez y claridad del mensaje del Papa Francisco: «vayan sin miedo a servir», «vayan sin miedo a evangelizar» pero sobre todo les impresionó la frase «un joven debe evangelizar a otro joven». Una vez concluida la Santa Misa y comprobado que no se había perdido nadie, emprendieron rumbo a la parroquia de Santa Rita donde fueron acogidos con cantos y una sencilla cena.

El lunes 29 tuvo lugar el encuentro vocacional organizado por los iniciadores del Camino Neocatecumenal en el centro de convenciones Río Centro. La reunión comenzó a las dos de la tarde y estuvo presidido por el Arzobispo de Río de Janeiro, Mons. Orani Joao Tempesta, que dio la bienvenida a los 100.000 participantes. A continuación, la virgen de Copacaba entró en procesión y se proclamó la Palabra de Dios. Después de un anuncio kerigmático realizado por el laico Kiko Argüello, de unas palabras sobre el papel de la mujer en la Iglesia por la olvegueña Carmen Hernández y de enfatizar la importancia de la vocación a la vida consagrada o al matrimonio cristiano por el sacerdote italiano Mario Pezzi, se pidieron vocaciones sacerdotales y a la vida consagrada. Unos 3.000 jóvenes manifestaron su deseo de iniciar un camino de discernimiento a la vida sacerdotal y unas 2.500 a la vida consagrada.

El martes 30 nos despedimos de los feligreses de la parroquia de Santa Rita, que la componen unos 35.000 habitantes. Una vez más en esta peregrinación, los jóvenes se sintieron desbordados por la generosidad de estas personas sencillas que, a pesar de sus pocos medios, nos habían dado su gran amor fraterno. Las siguientes cuatro noches las pasaron en un hotelito junto a una playa sin nombre famoso. Durante estos días pudieron contemplar la bravura del mar, la exhuberancia de la vegetación y la belleza de la naturaleza. La vida iba regida por la Liturgia de las horas y la participación eucarística; en estos días pudieron, además, visitar la Catedral metropolitana de Río y su casco histórico, Pan de Azúcar, el famoso Cristo Redentor en el monte Corcovado, el Hospital de «San Francisco en la Providencia de Dios» que había sido visitado por el Papa pocos días antes así como el Seminario misionero «Redemptoris Mater» de Río de Janeiro donde encontraron al agredeño David Campos en su segundo año de estudios.

Finalmente, el sábado 3 de agosto los peregrinos emprendieron su viaje de vuelta a España dando gracias a Dios por haber visto su amor gratuito en las acogidas, por el reto que les planteó el Papa en Río y por haber disfrutado de tantas gracias. La peregrinación concluyó el domingo día 4 con una Eucaristía vespertina en la parroquia de Santa Mónica en Zaragoza.

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