Inspirada en el Cántico de las criaturas de San Francisco de Asís, el Papa Francisco ha hecho pública su Encíclica Laudato si. Un texto en el que, criticando la «cultura del descarte», el Santo Padre invita a dejar «un planeta habitable para la humanidad que nos sucederá».
Introducción: el cuidado de la casa común
1. Laudato si, mi Signore –Alabado seas, mi Señor-, cantaba San Francisco de Asís, es el ejemplo por excelencia del cuidado de lo que es débil y de una ecología integral, vivida con alegría y autenticidad. Es el santo patrono de todos los que estudian y trabajan en torno a la ecología.
2. El Creador no nos abandona, nunca dio marcha atrás en su proyecto de amor, no se arrepiente de habernos creado.
3. Los jóvenes nos reclaman un cambio. Ellos se preguntan cómo es posible que se pretenda construir un futuro mejor sin pensar en la crisis del ambiente y en el sufrimiento de los excluidos.
Capítulo I: Lo que le está pasando a nuestra casa
4. Se producen cientos de millones de toneladas de residuos por año. La tierra, nuestra casa, parece convertirse cada vez más en un inmenso depósito de porquería.
5. La mayor parte del calentamiento global de las últimas décadas se debe a la gran concentración de gases de efecto invernadero (anhídrido carbónico, metano, óxidos de nitrógeno y otros) emitidos a causa de la actividad humana.
6. Cada año desaparecen miles de especies vegetales y animales. Por nuestra causa, miles de especies ya no darán gloria a Dios con su existencia ni podrán comunicarnos su propio mensaje. No tenemos derecho.
7. La exclusión social, la violencia, el narcotráfico y el consumo creciente de drogas entre los más jóvenes son signos que muestran que el crecimiento de los últimos dos siglos no ha significado un verdadero progreso.
8. El ambiente humano y el ambiente natural se degradan juntos, y no podremos afrontar adecuadamente la degradación ambiental si no prestamos atención a causas que tienen que ver con la degradación humana y social.
9. Muchos profesionales de los medios de comunicación están ubicados en áreas urbanas aisladas, sin tomar contacto directo con sus problemas. Viven y reflexionan desde la comodidad de un desarrollo y de una calidad de vida que no están al alcance de la mayoría.
10. En lugar de resolver los problemas de los pobres y de pensar en un mundo diferente, algunos atinan sólo a proponer una reducción de la natalidad.
11. La tierra del Sur es rica y poco contaminada pero el acceso a la propiedad de los bienes y recursos les está vedado por un sistema de relaciones comerciales y de propiedad estructuralmente perverso.
12. El sometimiento de la política ante la tecnología y las finanzas se muestra en el fracaso de las Cumbres mundiales sobre medio ambiente.
13. Ante el agotamiento de algunos recursos se va ya creando un escenario favorable para nuevas guerras, disfrazadas detrás de nobles reivindicaciones.
Capítulo II: El Evangelio de la creación
14. Quienes se empeñan en la defensa de la dignidad de las personas, pueden encontrar en la fe cristiana los argumentos más profundos para ese compromiso.
15. No somos Dios. La tierra nos precede y nos ha sido dada.
16. Debemos preocuparnos de que otros seres vivos no sean tratados irresponsablemente, pero especialmente debemos preocuparnos de las enormes inequidades que existen entre nosotros, pues seguimos tolerando que unos se consideren más dignos que otros.
17. Es evidente la incoherencia de quien lucha contra el tráfico de animales en riesgo de extinción pero permanece completamente indiferente ante la trata de personas.
18. Jesús trabajaba con sus manos, tomando contacto cotidiano con la materia creada por Dios para darle forma con su habilidad de artesano. Llama la atención que la mayor parte de su vida fue consagrada a esa tarea. Así santificó el trabajo y le otorgó un peculiar valor para nuestra maduración.
Capítulo III: Raíz humana de la crisis ecológica
19. La tecnociencia bien orientada no sólo puede producir cosas realmente valiosas para mejorar la calidad de vida; también es capaz de producir lo bello ¿se puede negar la belleza de un avión?
20. Las iniciativas ecologistas pueden terminar encerradas en la misma lógica de la globalización: buscar sólo un remedio técnico a cada problema ambiental que surja es aislar cosas que en la realidad están entrelazadas, y esconder los verdaderos y más profundos problemas del sistema mundial.
21. La gente ya no parece creer en un futuro feliz.
22. Una presentación inadecuada de la antropología cristiana pudo llegar a respaldar una concepción equivocada sobre la relación del ser humano con el mundo: se transmitió muchas veces un dominio sobre el mundo que provocó la impresión de que el cuidado de la naturaleza es cosa de débiles.
23. Cuando no se reconoce el valor de un pobre, de un embrión humano, de una persona con discapacidad; difícilmente podremos escuchar los gritos de la naturaleza.
24. No es compatible la defensa de la naturaleza con la justificación del aborto.
25. La lógica del «usar y tirar» genera tantos residuos por el deseo desordenado de consumir más de lo que realmente se necesita.
26. Estamos llamados al trabajo desde nuestra creación. El trabajo es una necesidad, parte del sentido de la vida en esta tierra, camino de maduración, de desarrollo humano y de realización personal.
27. Dejar de invertir en las personas para obtener un mayor rédito inmediato es muy mal negocio para la sociedad.
28. La actividad empresarial, que es una noble vocación orientada a producir riqueza y a mejorar el mundo para todos, puede ser una manera muy fecunda de promover la región donde se instala si crea puestos de trabajo.
29. No es posible frenar la creatividad humana.
Capítulo IV: Una ecología integral
30. Junto con el patrimonio natural, hay un patrimonio histórico, artístico y cultural, igualmente amenazado. Es parte de la identidad común.
31. Hace falta cuidar los lugares comunes, los hitos urbanos que acrecientan nuestro sentido de pertenencia, nuestra sensación de arraigo, nuestro sentimiento de «estar en casa» dentro de la ciudad que nos contiene y nos une.
32. La posesión de una vivienda implica la dignidad de las personas y el desarrollo de las familias.
33. Si la tierra nos es donada ya no podemos pensar sólo desde un criterio utilitarista de eficiencia y productividad para el beneficio individual. La tierra que recibimos pertenece también a los que vendrán.
34. ¿Qué tipo de mundo queremos dejar a quienes nos sucedan? Lo que está en juego es nuestra propia dignidad. Somos nosotros los primeros interesados en dejar un planeta habitable para la humanidad que nos sucederá.
35. El hombre y la mujer del mundo postmoderno corren el riesgo permanente de volverse profundamente individualistas.
Capítulo V: Algunas líneas de orientación y acción
36. La política y la empresa reaccionan con lentitud, lejos de estar a la altura de los desafíos mundiales.
37. La reducción de gases de efecto invernadero requiere honestidad, valentía y responsabilidad, sobre todo de los países más poderosos y más contaminantes.
38. Los países pobres necesitan tener como prioridad la erradicación de la miseria y el desarrollo social de sus habitantes pero también deben analizar el nivel escandaloso de consumo de algunos sectores privilegiados de su población y controlar mejor la corrupción.
39. La grandeza política se muestra cuando, en momentos difíciles, se obra por grandes principios y pensando en el bien común a largo plazo. Al poder político le cuesta mucho asumir este deber en un proyecto de nación.
40. La política no debe someterse a la economía y ésta no debe someterse a los dictámenes y al paradigma eficientista de la tecnocracia.
41. La salvación de los bancos a toda costa, haciendo pagar el precio a la población, sin la firme decisión de revisar y reformar el entero sistema, reafirma un dominio absoluto de las finanzas que no tiene futuro.
42. La crisis financiera de 2007-2008 era la ocasión para el desarrollo de una nueva economía más atenta a los principios éticos. Pero no hubo una reacción que llevara a repensar los criterios obsoletos.
43. La política es responsable de su propio descrédito por la corrupción y por la falta de buenas políticas públicas.
44. La mayor parte de los habitantes del planeta se declaran creyentes, y esto debería provocar a las religiones a entrar en un diálogo entre ellas orientado al cuidado de la naturaleza, a la defensa de los pobres, a la construcción de redes de respeto y de fraternidad.
Capítulo VI: Educación y espiritualidad ecológica
45. Mientras más vacío está el corazón de la persona, más necesita objetos para comprar, poseer y consumir.
46. Un cambio en los estilos de vida podría llegar a ejercer una sana presión sobre los que tienen poder político, económico y social. Es lo que ocurre cuando los movimientos de consumidores logran que dejen de adquirirse ciertos productos y así se vuelven efectivos para modificar el comportamiento de las empresas.
47. Si una persona, aunque la propia economía le permita consumir y gastar más, habitualmente se abriga un poco en lugar de encender la calefacción, se supone que ha incorporado convicciones y sentimientos favorables al cuidado del ambiente.
48. La sobriedad que se vive con libertad y conciencia es liberadora.
49. Los Sacramentos son un modo privilegiado de cómo la naturaleza es asumida por Dios y se convierte en mediación de la vida sobrenatural: el agua, el aceite, el fuego y los colores son asumidos con toda su fuerza simbólica y se incorporan en la alabanza.
50. María, la Madre que cuidó a Jesús, ahora cuida con afecto y dolor materno este mundo herido.