Medio centenar de voluntarios de Caritas diocesana celebran su Jornada

Más de medio centenar de personas -aunque a lo largo del día en las distintas actividades llegaron a coincidir alrededor de setenta- participaron el sábado 26 de noviembre, por octavo año consecutivo, en la celebración de la Jornada del voluntariado de Caritas diocesana.

La mañana, tras el encuentro de los participantes y la oración inicial, estuvo dedicada a la formación; para ello, Caritas diocesana organizó una conferencia, que se prolongó durante casi dos horas, sobre «La empatía: cómo sentir y sintonizar con los pobres que atendemos y el modelo de acción social» que, a juicio del delegado episcopal para Caritas, Francisco Javier Santa Clotilde Ruiz, resultó «muy interesante y amena, al mismo tiempo que instructiva». La ponente fue María Santos, psicóloga con gran experiencia en trabajo social y técnico del Equipo de acompañamiento de Cáritas española a las Cáritas diocesanas.

Tras la comida y el tiempo de convivencia y diversión, el Obispo de Osma-Soria, Mons. Gerardo Melgar Viciosa, presidió la Santa Misa en la parroquia de San José. En su homilía, el prelado oxomense-soriano agradeció «la generosa respuesta de los voluntarios en Cáritas a la llamada que el Señor les hace para ser, como miembros de su Iglesia, testigos del amor de Dios a través de la acogida y acompañamiento a los más pobres de nuestra sociedad en los distintos programas y actividades que se realizan en Cáritas». También ha elevado súplicas para que «el Señor les conceda la luz y la fortaleza necesarias para llevar a cabo -en estos tiempos de crisis económica y de valores- el cometido y la tarea que la Iglesia les encomienda».

Santa Clotilde Ruiz concluyó el encuentro agradeciendo al Obispo diocesano su presencia y cercanía con Cáritas; al párroco de San José su calurosa acogida; y el trabajo de todos los que han hecho posible un año más este Encuentro diocesano del voluntariado en Cáritas diocesana de Osma-Soria, a la vez que deseaba un feliz regreso a sus hogares a los voluntarios que habían llegado de distintos rincones de la provincia de Soria: Almazán, El Burgo de Osma, y Ólvega, principalmente.

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