El 3 de junio tuvieron lugar las elecciones conventuales en las MM. Carmelitas Descalzas del Monasterio de la Santísima Trinidad de Soria. A las 10 de la mañana llegó al monasterio el Obispo de Osma-Soria, Mons. Gerardo Melgar Viciosa; le acompañaban el delegado episcopal para la vida consagrada, P. Francisco Jimeno OFM, y el superior de la comunidad de PP. Carmelitas Descalzos en Soria, Fr. Pedro Ortega OCD. Mientras el Obispo hablaba personalmente con cada religiosa, el P. Jimeno y el P. Ortega revisaron, como corresponde, los libros oficiales del monasterio.
La elección comenzó cerca ya del mediodía con el canto de Veni creator. Inmediatamente se procedió a la votación siendo elegida nuevamente y en la primera votación la Madre María Antonia de Santa Teresita quien, de este modo, ostentará el cargo de priora por quinta vez consecutiva; una vez aceptado el cargo se cantó el Te Deum. Ya por la tarde, según las Constituciones, la comunidad eligió otros cargos: supriora y primera consejera, Madre Ana María del Sagrado Corazón; 2ª consejera, Madre Sagrario de la Virgen del Carmen; 3ª consejera, Hna. María Teresa de San Juan de la Cruz.
La Madre Mª Antonia de Santa Teresita nació en Fáfilas (León); cursó sus estudios de Magisterio en las Dominicas de Cisneros (Palencia). Desde los siete años sentía la vocación a la vida consagrada así como grandes ansias misioneras que fueron creciendo hasta que, al acabar los estudios superiores y tras la lectura de «Historia de un alma» de Santa Teresita del Niño Jesús, se decidió a dejarlo todo por el Señor y entrar en las Carmelitas Descalzas. Ingresó en el Monasterio de la Santísima Trinidad de Soria el 12 de noviembre de 1957, con tan sólo 21 años de edad.
«A lo largo de su vida religiosa ha desempeñado con incansables bríos misioneros casi todos los oficios de la comunidad con absoluta entrega y disponibilidad a Dios, a su Iglesia y a sus hermanas», según afirmaron las propias religiosas. «¡Roguemos por ella para que el Espíritu Santo la conforte y la ilumine para seguir rigiendo la comunidad según los designios de Dios, para mayor gloria de la Trinidad, bien de la Iglesia y de sus hermanas!», afirmaron.
