Del 18 al 25 de enero, la Diócesis de Osma-Soria (unida a la Iglesia universal) celebra la Semana de oración por la unidad de los cristianos con el lema: «¿Es que Cristo está dividido? (1 Corintios 1, 1-17)».
Éste es el programa preparado por la Delegación episcopal de ecumenismo y diálogo interreligioso:
Sábado 18: presentación de la Semana y entrega de materiales. A las 17.30 h. en la Casa diocesana «Pío XII» (Soria). Este año se tendrán en cuenta tres elementos/momentos importantes: la Asamblea del Consejo mundial de Iglesias que se ha celebrado en 2013 en Busán (Corea); la figura de Nelson Mandela, recientemente fallecido, como elemento de integración a muchos niveles; y el L aniversario del abrazo de Pablo VI y Atenágoras I, momento clave para el movimiento ecuménico y que este año tendrá su renovación con el encuentro entre el Papa Francisco y el Patriarca Bartolomé de Constantinopla.
Domingo 19: oración y lectura de un manifiesto por la unidad de los cristianos. A las 13.30 h. en la Plaza de San Esteban (Soria).
Lunes 20: mesa redonda y café tertulia con políticos y representantes de los medios de comunicación sobre temas de actualidad social. A las 17.30 h. en el local de la C/ Caballeros 29 (Soria).
Martes 21: visita a enfermos a partir de las 17.00 h. Salida desde el local de la C/ Caballeros 29 (Soria). A continuación, trabajo y atención a familias con Cáritas y grupo de madres en la parroquia de Santa María la Mayor (Soria) a partir de las 19. 00 h.; se concluirá con una oración.
Miércoles 22: exposición de la visita realizada por parte de la Delegación episcopal a la Primera Iglesia Baptista de Abilene (Texas) y de los proyectos con ella compartidos: «Desafíos para la unidad». A las 19. 30 h. en la Casa diocesana «Pío XII» (Soria).
Jueves 23: proyección de la película «Una aventura extraordinaria». A las 19. 00 h. en el local de la Comunidad cristiana «Sión» (C/ Almazán 9, Soria).
Viernes 24: evangelización en la calle. A las 17. 00 h. en la Plaza del Rosel y San Blas, y en la Plaza de San Esteban (Soria). Después, a las 19.30 h., concierto del cantautor cristiano Migueli en la parroquia de Santa María La Mayor (Soria).
Sábado 25: Vigilia de oración por la unidad de los cristianos. A las 19.30 h. en la ermita de Nuestra Señora del Mirón (Soria).
Según manifestaron desde la Delegación episcopal, «los materiales de este año para la Semana de oración han sido preparados por un grupo de representantes de las Iglesias de Canadá, país marcado por la diversidad, diversidad de la lengua, la cultura e incluso el clima. El vivir esta diversidad, les llevó a reflexionar sobre la provocadora pregunta de Pablo en 1 Corintios: ¿Es que Cristo está dividido? Y con fe, la única respuesta posible fue ¡no!». Así mismo, «en nuestra realidad más cercana», la Delegación anima a «responder también a la pregunta que nos plantea el apóstol Pablo. No podemos estar aislados ni actuar unos contra otros sino que debemos reconocer que todos los que invocamos el nombre de Señor estamos interconectados unos con otros. Este año, esta semana de oración, nos lleva al encuentro con la situación crítica que estamos viviendo en nuestra sociedad. Y nuestra reflexión nos conduce necesariamente a lo social, a lo concreto del momento presente, a nuestro compromiso como cristianos ante ello. Como cristianos queremos decir juntos ¡No! Cristo no está dividido. Seguir a Cristo también es demostrar que otro modelo de sociedad es posible: que la fraternidad es la clave para la resolución de cualquier tipo de crisis; que si caminamos unidos en el Amor, todo se supera; que si nos cuidamos los unos a los otros como hermanos conseguiremos una sociedad más justa y equitativa, en cuyo centro se encuentre la persona y su dignidad, y no otros intereses».
La llamada a la unidad de la Delegación de ecumenismo y diálogo interreligioso termina con las recientes palabras del Papa Francisco en la Exhortación Apostólica «Evangelii Gaudium»: «Hay que confiar el corazón al compañero de camino sin recelos, sin desconfianzas, y mirar ante todo lo que buscamos: la paz en el rostro del único Dios, porque el empeño por la unidad es un camino ineludible de la evangelización» (cfr. 244-245).
