Soria dice «Sí a la Vida»: crónica de la concentración

Acababan de dar la doce del mediodía cuando llegaron a la plaza Mayor dos niños pequeñitos acompañados de sus papás. Cada uno de ellos portaba una pancarta que habían hecho ellos mismos en casa. En ellas, con letras rojas sobre un fondo blanco, habían escrito una frase sencilla y bella: VIDA SÍ.

Un grupo de unas quince personas colocaba las mesas que configurarían el escenario; y sobre ellas la megafonía, los micrófonos y los rollups informativos de Signo de Vida. Al lado, todo el material iba siendo organizado en su lugar: banderines, viseras, globos y pegatinas. El color rojo lo inundaba todo.

El día era muy gris, húmedo, estaba «neviznando» y la temperatura era muy baja. Desde las doce y cuarto ya iban llegando grupos de personas silenciosas y animadas: unos venían por el Collado, otros entraban por el Arco del Cuerno, algunos descendían por las calles adyacentes al Ayuntamiento, otros llegaban desde la calle Postas. Un momento emocionante. Los que estábamos preparando la concentración nos miramos unos a otros… Soria respondía, Soria reaccionaba, Soria estaba a punto de decir un rotundo SÍ A LA VIDA.

A la una la plaza Mayor se llenó. Al ya muy numeroso grupo allí concentrado se unió de manera masiva toda la comunidad que salía de Misa de doce de Santa María La Mayor. Comenzó a sonar la música: canciones de celebración, de fortaleza, de alegría. Los representantes de la Asociación Signo de Vida, José Luis Martín y Ángel Hernández dieron la bienvenida a los presentes y dedicaron una hermosa acogida a todos los que habían venido de Soria, de los pueblos, de Ágreda, de El Burgo de Osma, de San Leonardo de Yagüe, de Berlanga de Duero, de Almazán y de tantos otros puntos de la provincia.

Los manifestantes, que muchos de ellos ya venían con sus propias pancartas, fueron recogiendo los banderines, las viseras y las pegatinas y, bien pertrechados con sus impermeables y paraguas, se dispusieron a recorrer las calles del centro de Soria desafiando a la nieve, al frío y a la lluvia.

Abría la manifestación -que se dirigió hacia la calle de El Collado- una enorme pancarta en la que se leía SORIA SÍ A LA VIDA – MUJER, NO ESTÁS SOLA, TE APOYAMOS. En un extremo de ella el logotipo de Derecho a Vivir, plataforma convocante de las marchas por la vida a nivel nacional, y al otro, el logo de Signo de Vida, asociación que tomó la iniciativa de la concentración en Soria.

Tras ella, otra pancarta, la que Signo de Vida luce en la calle cada segundo domingo de mes, y que, en esta ocasión, llenaba el ancho del Collado. Sobre fondo negro, con letras amarillas: SÍ A LA VIDA, NO AL ABORTO. En la parte superior de la misma, se podía leer una Palabra: No mates (Éxodo 20, 13).

A lo largo de la marcha se pudieron ver otras pancartas de los diferentes pueblos, grupos y parroquias que se acercaron a defender la Vida en este domingo invernal y desapacible. Frases y lemas como: CADA VIDA IMPORTA, SÍ A LA VIDAde la parroquia de San Pedro, ¡quiero vivir! de Derecho a Vivir, Ayuda a las mujeres para cuidar a sus hijos, no para matarlos, de un grupo de mujeres de San Leonardo, Vida Sí, o Soria Sí a la Vida

Acompañados por la charanga de Berlanga de Duero que iba amenizando la marcha con su música, y coreando cancioncillas y frases a favor de la Vida, la manifestación llegó a la Plaza de Herradores. En el centro de la plaza se colocaron los más jóvenes de Signo de Vida y bailaron al ritmo de las notas de la canción Celebra la Vida, con sus camisetas rojas y su entusiasmo habitual, calados hasta los huesos, pero transmitiendo energía y muchas ganas de vivir. Al acabar el baile leyeron la maravillosa poesía de la Madre Teresa de Calcuta, titulada La Vida.

Tras esta parada, la nube de paraguas y la multitud que iba bajo ellos, se encaminó de nuevo, por El Collado, hacia la Plaza Mayor. La calle parecía de un único sentido…

Finalmente la marcha llegó a la Plaza Mayor. La música sonaba en la megafonía: …porque toda vida es sagrada, toda nueva vida bajo el sol… – preciosa canción cantada por el querido músico argentino y amigo de Signo de Vida, Kiki Troia.

Seguía lloviendo. Caía una especie de agua nieve que variaba de intensidad pero que no cesaba ni un momento. Subieron al escenario colocado delante del Ayuntamiento el Presidente de Signo de Vida, el Dr. José Luis Martín Marín, el Secretario de la misma, el P. Ángel Hernández Ayllón, y los dos lectores del Manifiesto por la Vida: Narcy Ceña, enfermera y cristiana comprometida, y Goyo Alonso, un incansable cristiano convencido y valiente, ambos veteranos referentes de la lucha por el Bien de Soria y sus ciudadanos. Fueron palabras claras, contundentes, precisas, que expresaban la convicción plena de que la Vida tiene un valor absoluto que está por encima de todo lo demás, y la voluntad inequívoca de los convocantes y de los asistentes de seguir luchando por la vida y por la derogación de leyes inhumanas e injustas que atentan contra la dignidad de la vida humana; leyes que puede que sean consideradas lícitas legalmente pero que nunca lo serán desde el punto de vista moral.

La gente escuchaba atenta y emocionada. Entre los asistentes todo tipo de personas, familias con niños, mayores, jóvenes, creyentes, no creyentes… Estábamos unidos cristianos de diferentes confesiones -católicos, evangélicos y ortodoxos- y también musulmanes. Todos juntos para defender la Vida. Más allá de las diferencias, de los matices o de los condicionantes diversos, la fuerza de la ley natural, expresada en la conciencia última de la persona, sabe que la vida es, y porque es, hay que aceptarla, acogerla y cuidarla.

Acabó el acto con el lanzamiento fuerte y potente de un VIVA LA VIDA.

No es fácil determinar el número de personas asistentes a la marcha que transcurrió con tranquilidad y sin incidentes. Pero sí estamos seguros de algo: todos los que allí estábamos amamos la vida con todas nuestras fuerzas, porque la vida es bella en sí misma, su valor es absoluto y siempre merece la pena. Puede que fuéramos mil o mil quinientos, quizás más, quizás menos, pero de lo que no cabe ninguna duda es de que el domingo 7 de marzo Soria dijo un responsable y decidido SÍ A LA VIDA.

¡VIVA LA VIDA!

Crónica de la manifestación por la Vida en Soria

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