A los fieles laicos, consagrados y sacerdotes de la Diócesis
Mis queridos hermanos:
Como Administrador diocesano, me dirijo a todos para daros la buena noticia de que el Santo Padre ha nombrado obispo de nuestra Diócesis a D. Abilio Martínez Varea, sacerdote del clero de la Diócesis hermana de Calahorra y La Calzada-Logroño, y hasta el presente Vicario episcopal de pastoral y enseñanza de esa Diócesis. Nuestra Iglesia cuenta con un nuevo pastor que nos presidirá en nombre del Señor tras el traslado a la Diócesis de Ciudad Real el pasado mes de mayo de D. Gerardo Melgar Viciosa.
Quisiera con estas pocas letras dar gracias a Dios, que no deja de mirar por el bien de su Iglesia, y al Santo Padre por el nombramiento de D. Abilio que, sin duda, nos ayudará a abrir nuevos caminos de evangelización en estos tiempos y en esta sociedad tan necesitada de testigos y maestros.
Os invito a acoger a nuestro Obispo como hermano y como padre. Estemos desde el principio bien dispuestos a facilitar su misión entre nosotros y a llevar con él la responsabilidad del ministerio apostólico que se le ha confiado. Estoy seguro de que no le faltará nuestra asidua oración, nuestra colaboración generosa y la pronta disponibilidad de todos en la medida de nuestros dones y capacidades.
Querido D. Abilio: viene usted, desde la Iglesia hermana de Calahorra y La Calzada-Logroño, en el nombre del Señor, a ser entre nosotros icono y presencia sacramental de Jesucristo, el Buen Pastor que sale en busca de la oveja perdida y cuando la encuentra la carga contento sobre sus hombros; ungido por el Espíritu Santo, viene para reunir y guiar al pueblo de Dios con la Palabra y la Eucaristía en la hermosa tarea de evangelizar. De todo corazón, le abrimos las puertas de nuestro cariño, afecto y comunión.
